El Airbus A319 de Delta Air Lines con matrícula N342NB realizaba la tarde del 6 de julio el vuelo DL1076 entre West Palm Beach, en Florida, y el aeropuerto de La Guardia, en Nueva York.
Durante el descenso, la aeronave atravesó una gran tormenta, encontrándose dentro de la misma con un granizo con un diámetro de entre 5 y 7 cm. Esto originó considerables daños en el avión, sobre todo en el morro del mismo. La tripulación comunicó al servicio ATC que tenían problemas con los sistemas de navegación, por lo que solicitaban el desvío al aeropuerto más cercano.
Inmediatamente recibieron autorización para dirigirse al aeropuerto JFK. Una vez en tierra, pudieron comprobar los daños el avión, concentrados en el rádomo donde se aloja el radar meteorológico, las ventanas y algunos slats.
Este tipo de hechos son bastante frecuentes al atravesar algunas tormentas. Debido al diseño de los aviones, la mayoría de los daños se concentran en las ventanas de la cabina y en el rádomo del avión.
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Articulo: RAÚL VIOREL MOGA