Podría ser una suite de un hotel cinco estrellas, pero en realidad es la cabina del Airbus A330 VIP, próximo a ser lanzado; nada más y nada menos que un palacio volante de 200 millones de dólares.
Esta aeronave, actualmente equipada por Comlux, una firma suiza especializada en diseño que equipa y opera un gran número de jets corporativos, representa lo más especializado en diseño de vanguardia cuando de decoración de cabinas de avión se trata.
A continuación puedes ver tres animaciones de las representaciones del interior del A330.
En las últimas décadas se ha visto un aumento dramático del número de multimillonarios en todo el mundo que solicitan jets cada vez más lujosos para recorrer el globo.
Y mientras los jets privados vienen en todas las formas y tamaños, lo más sofisticado es tener un avión de pasajeros VIP.
Un mercado muy especial
Para abastecer este mercado, los mayores manufactureros de aviones han desarrollado versiones corporativas de sus aviones más vendidos.
Boeing tiene el Boeing Business Jet (BBJ) familiar mientras que su rival europeo tiene el Airbus Corporate Jet (ACJ).
Los rangos de los productos que ofrecen incluyen variantes configuradas del popular Airbus A320 y Boeing 737, pero la mayoría de compradores de bolsillos profundos también prefieren modelos más grandes como el Boeing 747 y el Airbus A340 o modelos más nuevos como el Boeing 787 y el Airbus A350.
Esas firmas han creado departamentos específicos para atender especialmente a esa clientela.
“Tiene sentido que compañías como Airbus y Boeing tengan compañías separadas para atender a clientes VIP” dice Richard Gaona, un veterano de la industria quien después de pasar muchos años al mando de Airbus Corporate Jets, ahora es el director ejecutivo de Comlux.
“Este mercado se trata de emociones. No es inusual que un cliente te llame a medianoche para discutir éste o aquél detalle sobre la decoración del avión”, dice Gaona.
Actualmente hay unos 300 aviones de pasajeros VIP configurados que vuelan alrededor del mundo.
Algunos de ellos pertenecen a gobiernos, que los usan para transportar a jefes de Estado y a sus colaboradores.
El Air Force One es probablemente el avión más famoso, pero otros países tienen también su propio avión presidencial.
Grandes compañías e individuos súper ricos también están en el mercado de este segmento ultraexclusivo de la aviación privada.
“Algunas personas que vuelan en estos jets corporativos pueden tener de antemano un avión más pequeño para atender sus viajes de negocios en solitario, pero deben rentar uno más grande cuando viajan con su familia o con una comitiva más grande”, añade Gaona.
Rendimiento a toda costa
Aunque comparten la estructura del avión con aerolíneas comerciales, el mercado de los aviones corporativos más grandes es impulsado por consideraciones totalmente diferentes.
Mientras que una aerolínea puede buscar un avión económico y eficiencia operacional, los clientes privados tienden a estar más interesados en rendimiento bruto.
El A330 que está siendo equipado por Comlux, por ejemplo, puede transportar hasta 60 personas con confort total y estar en el aire por más de 17 horas sin reabastecer combustible.
“Para nuestros clientes lo que importa es el rango y la capacidad”, dice David Velupillai, líder de mercado de los Aviones Corporativos de Airbus. “Jefes de Estado, por ejemplo, valoran la capacidad de viajar a países lejanos sin estar forzados a parar en el camino”.
Interiores palaciegos
Aunque el rendimiento técnico de estos aviones es impresionante, para la mayoría de las personas lo más atractivo es la cabina interior.
Es usual que el comprador de un avión corporativo gaste tanto —si no más— en la personalización de los interiores como en el mismo avión.
Los fabricantes de aviones ofrecen algunas opciones disponibles con diseño estándar, pero una vez hayas decidido gastar 87 millones de dólares en un avión (que es el precio de catálogo de un Airbus ACJ319), también deberás llegar hasta el final y personalizar la cabina para que coincida con tu propio estilo.
Algunos propietarios de aviones llevan a sus diseñadores favoritos a bordo, pero al final, el trabajo tendrá que ser completado por un diseñador certificado.
Pero es en ese punto donde las similitudes con los diseños interiores del hogar terminan.
Diseñar y personalizar los interiores de una cabina es un trabajo sofisticado y solo unas pocas compañías en el mundo tienen la experiencia requerida.
El resultado final no solo tiene que ser agradable al ojo e ir en línea con los deseos usualmente demandantes de los clientes, sino también ser completados con las regulaciones de seguridad y con los requerimientos operacionales y estructurales del avión.
La presentación de una nueva generación de aviones VIP, como el Boeing 787 y el Airbus A350, ha llevado nuevos niveles de complejidad a la industria.
Estos aviones hacen uso extensivo de compuestos que tienen un gran número de ventajas como ser más liviano que otras estructuras metálicas tradicionales, pero obliga a los diseñadores a desarrollar nuevos procedimientos para lidiar con las propiedades únicas de esos materiales innovadores.
“El nuevo avión compuesto presenta una curva de aprendizaje para diseñadores, ingenieros, fabricantes y líderes”, explica una fuente de Kestrel Aviation Management, la firma estadounidense que personaliza el primer Boeing 787 VIP. “De alguna manera era como ir de un auto clásico a un Tesla, pero exponencialmente, por supuesto”.
Una cuestión de gusto
Contrario a lo que se podría pensar de los súper ricos, la mayoría de los propietarios de aviones optan realmente por colores y decoración neutrales, según explica David Valepilliai, de Airbus, algo que ayude a mantener su valor de reventa.
“Muchos de nuestros clientes no buscan nada exótico. Ellos son gente extremadamente ocupada y lo que valoran es la posibilidad de seguir con su estilo de vida mientras están en movimiento. La mayoría de nuestros aviones tienen un uso dual: casa y oficina”.
Las terminaciones y muebles a bordo del avión no son lo que parece. Lo que luce como madera sólida está hecho en realidad de materiales más livianos para ahorrar peso, cubiertos posteriormente en una fina capa de madera.
Lo que usualmente es real, sin embargo, son los detalles ostentosos. De hecho, algunos aviones llevan entre 200 y 300 kilogramos de oro puro en diseños y otras decoraciones.
Y cuando tu cliente no cuenta exactamente cada centavo, también puedes añadir algunas características elegantes.
Por ejemplo, los sistemas de entretenimiento de primera clase durante el vuelo y la conexión de internet satelital de alta velocidad se han vuelto una característica regular en esta categoría de aviones.
También, algunos aviones tienen sistemas que incrementan la humedad durante el vuelo, haciendo el viaje más placentero para los pasajeros, según Richard Gaona, de Comlux.
Europa y América del Norte se han vuelto relativamente mercados menos atractivos para los fabricantes de aviones VIP en los últimos años. “Esperamos más crecimiento en Asia, África y Oriente Medio”, puntualiza Gaona.
Fuente: CNN En español