La Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa de Estados Unidos (DARPA por sus siglas en inglés) cuenta con el proyecto Vulture (Buitre), el cual tiene como objetivo el desarrolloy demostración de tecnología que permita el vuelo de alta altitud a una aeronave no tripulada (UAV) que sea capaz de operar continuamente por un periodo de hasta cinco años. Actualmente este programa ha entrado en la fase 2 y bajo los términos del contrato de 89 millones de dólares, la compañía Boeing se compromete a construir un demostrador a escala completa denominado SolarEagle el cual efectuará su primer vuelo de demotración en el 2014. Esta aeronave contará con motores eléctricos eficientes y hélices de alta capacidad. Así mismo estará equipado con un ala de 120 metros (400 pies) con el fin de mejorar el desempeño aerodinámico y mejorar la captación de luz solar, elemento que le brindará al aparato toda su energía.La configuración del SolarEagle es realmente única, siendo una aeronave no tripulada de gran tamaño que será diseñada para permanecer estacionada en altitudes estratosféricas por al menos cinco años de acuerdo a científicos de Boeing. Si bien la tarea constituye todo un reto, tal parece que Boing cuenta con un diseño solar-eléctrico altamente confiable, el cual podrá con el reto de brindar una plataforma de comunicaciones, vigilancia y de reconocimiento que pueda operar sin problemas a alturas que ronden los 18 000 metros.
Conforme al acuerdo del Programa Vulture II, Boeing procederá al desarrollo de un demostrador a escala completa así como a la mejora del sistema de poder y otras estructuras tecnológicas. Entre los proveedores clave de este programa, se encuentran QinetiQ y Versa Power Systems, los cuales contribuirán con la experiencia adquirida en la construcción de su propia aeronave alimentada por energía solar, el Zephyr.
Durante las pruebas, el demostrador SolarEagle permanecerá en la atmósfera superior por 30 días, alimentandose de energía solar durante el día y empleando celdas de combustibles durante la noche, las cuales serán recargadas con el exceso de energía que tenga la aeronave durante las horas en que reciba luz del sol.
El objetivo de desarrollar una aeronave que pueda permanecer en el aire durante periodos extensos para que actúe casi como un satélite para labores de inteligencia, reconocimiento, vigilancia y comunicaciones ha impulsado el desarrollo de la tecnología de aviones impulsados por energía solar durante los últimos años.
Como ejemplo de estos avances, tenemos al Solar Impulse, el cual voló recientemente a través de los cielos y dio un paso más en el objetivo de lograr que efectúe un vuelo sin paradas alrededor del mundo para el año 2012. Mientras tanto, la empresa QinetiQ está esperando actualmente la ratificación de tres records mundiales conseguidos por su aeronave Zephyr.
Sin embargo la energía solar no es la única fuente de energía que se busca para mantener en los cielos a una aeronave por periodos extensos. La división Phantom Works de Boieng está trabajando en una aeronave demostradora alimentada por hidrógeno conocida como Phantom Eye, una aeronave de vuelo a gran altura y de gran resistencia la cual será diseñada permanecer en el cielo por al menos cuatro días.
Tomado de: DiarioEcología