Probablemente, esta es la cuestión que más preocupa a los viajeros de los vuelso transoceánicos o de larga distancia, sobre todo si no tienen la suerte de ir en business o primera clase. Vamos a ver aquí algunos consejos para elegir el mejor asiento en el avión, distribuidos en siete cómodos pasos. Recomendaciones que nos ayudarán a conseguir viajar lo más cómodamente posible, dentro de la clase elegida.
1. Conoce el avión
Los que viajamos con frecuencia sabemos que, tan importante como la línea aérea, es el aparato en el que nos toque viajar. La diferencia entre uno de los viejos y las aeronaves recién llegadas puede ser abismal. Por eso, para elegir el mejor asiento, compensa enterarse de en qué modelo de avión viajaremos, y chequear la disposición de sus asientos. La web SeatGuru.com muestra gráficamente cada una de las posiciones, y además traslada las opiniones de los viajeros, que es la mejor orientación a la hora de elegir una. Eso sí: evita los asientos que se encuentran cerca de la cocina y los baños. Te sera imposible tomar una siesta.
2. Chequea los asientos libres
Muchas compañías no revelan qué asientos quedan libres, pero dejar en sus manos la elección del mismo es como confiar en que te toque al lotería. Con ExpertFlyer.com podrás averiguar qué sitios están libres en 140 líneas aéreas de todo el mundo. Así puedes pedir a la línea aérea un asiento específico. Si no encuentras ninguno de tu gusto, Seat Alerts te avisa cuando uno mejor queda libre.
3. Desconfía del modelo
No todos los modelos de un mismo avión se configuran de la misma manera. Japan Airlines tiene una docena de disposiciones de asientos diferentes sólo para sus 747. American Airlines vuela dos 777 con dos configuraciones de first class que no tienen nada que ver.
4. Piénsate lo de la salida de emergencia
Aunque tiene fama de ser la zona con los mejores asientos del avión, a veces puede deparar sorpresas. Si la nave tiene dos salidas de emergencia, una detrás de la otra, jamás cojas asiento en la primera salida de emergencia: los asientos no se reclinan. Y aunque normalmente dispondrás de más espacio para las piernas, es habitual que sean más estrechos para acomodar la mesa que, aquí, se guarda en el brazo del asiento y no en el respaldo del de enfrente.
5. Espera al final
Las aerolíneas suelen reservar para el final ciertos asientos, para asignárselos a los viajeros frecuentes. Pero, si no se ocupan, se liberan poco antes de que se cierren los embarques. Son los que se sitúan en primera fila y los de la fila de emergencia. Si no estás convencido con el asiento que has conseguido, pregunta en el check-in si alguno de estos otros ya está disponible.
6. Cambios en la flota
Cuando las aerolíneas renuevan la flota, tanto el seating como el equipo de entretenimiento a bordo puede variar de una aeronave a otra del mismo modelo. Esto ocurre sobre todo en la primera clase y en business, en la que el mismo modelo pero reciente puede incorporar asientos totalmente horizontales y los más modernos sistemas de entretenimiento.
7. No te fíes del ‘lie-flat’
El santo Grial del viajero a larga distancia es lograr un asiento que alcance la posición cien por cien horizontal, de tal manera que se convierta, realmente, en una cama. Algunas aerolíneas han instalado asientos-cama en first class y business class, pero otras se toman bastante libertad a la hora de calificar como lie-flat asientos que sólo son reclinables.
Tomado de: Nomadistas