- Elige un asiento adecuado
A la hora de escogerlo debes pensar en lo que más te conviene. Si quieres dormir lo mejor es que elijas un sitio cerca de la ventana. En cambio, si sueles tener molestias en las piernas, o eres especialmente alto, opta por aquellos asientos que te permitan estirar las piernas, bien los situados en el pasillo o ya en las salidas de emergencias, donde el espacio es más amplio. - Usa ropa cómoda
Vas a pasar muchas horas sentado, por lo que es importante que no utilices ropa excesivamente ceñida, ya que además de las molestias que pudiera ocasionarte podrían empeorar tu circulación. Además, no debes olvidar llevar siempre varias capas, ya que podrías enfrentarte a una temperatura inferior o superior a la esperada. - Cuida la alimentación
Asegúrate de haber elegido el menú adecuado, entre las distintas opciones programadas. De no haberlo hecho, ponte en contacto con tu aerolínea para que no haya sorpresas, sobre todo si necesitas una alimentación especial. Además, debido a la deshidratación producida por la presión en cabina, es importante que te mantengas hidratado durante el vuelo, por lo que intenta beber suficiente cantidad de agua durante el trayecto y evita el alcohol. - Prepara tu propio “kit para dormir”
Si no queremos despertarnos con dolor de cervicales, lo mejor es que llevemos a mano una almohada de viaje. Existen múltiples modelos pero, a pesar de que las versiones hinchables son las más populares, la mejor opción es la fabricada con material viscoelástico de alta calidad, para una mayor sujeción y confort. Además, si queremos asegurarnos un buen descanso, debemos incorporar al kit un antifaz y unos tapones para los oídos. - Lleva tu ocio contigo
Siempre nos quejamos de no tener tiempo suficiente para dedicarle a algún pasatiempo, como la lectura. Éste es un buen momento. Lleva a mano libros y revistas y también tus dispositivos electrónicos. Eso sí, para que te duren durante todo el trayecto intenta ahorrar energía bajando el brillo de la pantalla y desactivando las redes inalámbricas. Además, puedes llevar una batería externa que te permita volver a cargarlo en cualquier momento. -
Muévete/Mejora tu circulación
Al estar mucho tiempo sin movernos, la circulación de la sangre se ralentiza y podemos notar dolor e hinchazón en las piernas, incluso hasta dos horas después del vuelo. Además la presión de cabina da lugar a una mayor deshidratación, por lo que la sangre se vuelve más espesa, lo que también repercute en el flujo circulatorio. Por eso es importante que realicemos pequeños ejercicios en nuestro propio asiento con cierta periodicidad y que nos levantemos cada 2-3 horas a estirar las piernas. Además, llevar a mano una solución oral con principio vasoprotector nos será muy útil a la hora de aliviar estos síntomas, en caso de que se produzcan.Fuente: Vivir mas y mejor. El Mundo
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