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Diez reglas de etiqueta para cuando te subas a un avión

A menos que usted tenga la buena fortuna de acceder a Primera Clase, viajar en avión siempre puede traer su costado estresante: lucha por el lugar del equipaje, pasajeros que roncan o se levantan muy seguido, niños que gritan o patean el respaldo del asiento.

Para evitar que un viaje pueda ser destructivo para los nervios, el periodista de Business Insider Mike Nudelman elaboró un “decálogo” del buen pasajero, con unas pocas reglas básicas de comportamiento que pueden mejorar la comodidad de un viaje. “Si todos las siguiéramos, nuestro próximo viaje podría ser agradable”, se esperanza.

1- Respete el baño

No se tomes mucho tiempo y no deje todo revuelto o el espejo y el piso salpicado con agua. Por nuestra propia salud incluso, los baños deben estar limpios

Diez reglas de etiqueta para cuando te subas a un avión

Ser breve en los baños, regla número 1.

2- Mantenga el control sobre sus hijos

Hay consejos para los padres: “Puede que estén cansados, pero sus hijos son su responsabilidad”, y para los pasajeros que se quejan: “No reten a los chicos, hablen con sus padres”. Un pasillo de avión no es el lugar para que un extraño trate de corregir el comportamiento de un niño, y probablemente moleste a la única persona capaz de detener el pataleo en el respaldo de su asiento.

Diez reglas de etiqueta para cuando te subas a un avión

Viajar con niños implica hacerse responsable de ellos.

3- Cuidado con los aromas

Tenga presente que una colonia o un perfume muy fuerte puede no ser para nada placentero para otros pasajeros. Y si decide comer algo antes de subir al avión, trate de que no sea un sabor demasiado fuerte.

4- Piense cómo va a dormir

Probablemente elija invertir un dinero en una almohada de cuello para no terminar roncando en el hombro del vecino. Si está en el asiento del medio o del pasillo, no use la mesa rebatible para apoyarse y dormir, de modo de permitir que su vecino pueda pasar mientras usted duerme.

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Así no: dormir sobre la mesita impide el paso de los vecinos de asiento.

5- El del medio usa los apoyabrazos

A diferencia de los pasajeros de pasillo o ventanilla, quien se sienta en el medio no tiene posibilidad de pararse a estirar las piernas o recostar la cabeza contra la pared. “Puede incluso ayudar a proveer al pasajero del centro de cierto ‘espacio mental’ si no lo fuerza a mantener una conversación obligada”, dice Nudelman.

6- Levántese sólo en momentos oportunos

Piense con anticipación cuando planifique sus “breaks” para ir al baño. Por ejemplo, quédese sentado si ve a la azafata venir con el carrito de la comida. Y demás está decir que levantarse antes de que las bandejas de la cena hayan sido recolectadas es directamente “tabú”.

7- No monopolice el compartimiento superior

En la era en que se expande la tarifa extra para chequear equipajes, el lugar para llevar el equipaje “carry on” se volvió un espacio premium. No ocupe el lugar de otros poniendo su valija de forma horizontal o cruzada, y si tiene dos valijas o bolsos, trate de llevar uno entre sus pies.

Diez reglas de etiqueta para cuando te subas a un avión

Si somos ordenados, hay espacio para todos.

8- Recline el asiento con cuidado

Mire hacia atrás antes de reclinar, y considere la posibilidad de avisar al pasajero de atrás así le da tiempo a sostener su vaso o correr su notebook. Y mantenga el asiento vertical durante las comidas.

9- ¡No se emborrache!

Tomar un par de tragos puede ser una buena manera de pasar el tiempo en un vuelo, pero manténgase siempre bajo control. De otro modo no sólo probablemente haga el ridículo, sino que muy posiblemente moleste a todo el mundo a su alrededor con su olor a alcohol y levantándose al baño cada 20 minutos.

Diez reglas de etiqueta para cuando te subas a un avión

Sí, puede beber, pero con moderación.

10- Sea amable con la tripulación

Ellas no son quienes inventaron las reglas sobre cómo poner la mesita rebatible ni usar cinturones de seguridad o levantar el respaldo de los asientos antes de aterrizar. No tienen la culpa. Hacerlas pasar un mal rato por eso no sólo es desagradable, sino que hasta podría demorar el despegue.

FUENTE: Clarín

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