El gobierno de los Estados Unidos aprobó un plan urgente denominado Ley CARES mediante la cual se aseguraban fondos para que las empresas pudieran tener solvencia para pasar con éxito la crisis provocada por la pandemia mundial del Coronavirus.
Uno de los apartados más importantes de la Ley CARES es que, para que las empresas puedan recibir la subvención no reembolsable, no pueden despedir a ningún empleado y tampoco pueden realizar reducciones de jornadas que repercutan en el salario que recibirán. Eso si, esta ley solo obliga a que las empresas a mantener a los trabajadores hasta el día 30 de septiembre del 2020, puesto que la cuantía de las prestaciones está calculada en función del tamaño de la compañía, de sus gastos diarios y de sus gastos de personal.
Centrándonos en las aerolíneas, las 4 grandes de los Estados Unidos (Delta, American Airlines, United y Southwest) han recibido sobre 5.000 millones de dólares cada una para mantener a todos sus trabajadores en plantilla, así como asumir los gastos derivados del alquiler de sus activos. Pero esta cláusula caduca el 30 de septiembre, una fecha en la cual podrían producirse desavenencias en las aerolíneas norteamericanas, a menos que los actuales cambio para impulsar los vuelos permita lograr una pronta recuperación.
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Articulo: Raúl Viorel M.