El avión militar V-22 Osprey, fabricado en conjunto por Bell Helicopters y Boeing, es de por sí uno de los más singulares en aviación. Se trata de un convertiplano, una aeronave de rotores basculantes capaz de aterrizar y despegar verticalmente. Eso ya lo hace único, pero verlo funcionar de noche lo hace parecer casi sobrenatural.
La imagen de arriba corresponde a un ejercicio de entrenamiento nocturno de la fuerzas aéreas estadounidenses, la USAF, en el que miembros del 21st Special Tactics Squadron descienden por una cuerda de un V-22 Osprey suspendido a pocos metros del suelo. El efecto de las luces, la noche y las aspas de sus rotores crea una toma realmente espectacular.
Este avión, que entró en servicio oficialmente en el 2007, es un aparato polivalente cuya principal ventaja son los despegues y aterrizajes verticales y también muy cortos, para maniobras rápidas. Es, en el fondo, una especie de híbrido entre un helicóptero y un avión turbohélice convencional. Lo puedes ver en acción en las fotos y vídeo debajo.
Foto: Wikimedia Commons
Foto: Bell Textron
Foto apertura: USAF
Fuente: Gizmodo