¿Conseguirá alguna vez viajar en el tiempo el ser humano? A finales de diiembre del año pasado un equipo internacional de físicos ha logrado que el tiempo fluyese hacia atrás por primera vez. La ciencia trata de aclarar por qué la llamada ‘flecha del tiempo’ apunta siempre en la misma dirección, pero por ahora los viajes al pasado o al futuro son más bien cosa del cine. Eso sí, sin un DeLorean como el de Marty McFly también es posible engañar de algún modo al reloj.
Así lo demuestra la información que la célebre cuenta Flightradar24 ha compartido en Twitter. Su publicación, que acumula más de 18.000 retuits y 35.000 ‘me gusta’, habla de un vuelo que partió de su ciudad de origen recién iniciado 2018 y llegó a su destino en la mañana de 2017. Para lograrlo realizó un trayecto de más de 7.000 kilómetros, los que hay entre Auckland (Nueva Zelanda) y Honolulu (Hawái, Estados Unidos).
El vuelo en cuestión era el HA446 de Hawaiian Airlines. El reloj en el aeropuerto internacional de Auckland decía que eran las 00:05 del 1 de enero de 2018 cuando la nave comenzó a surcar los cielos. Ya en Honolulu, los pasajeros pudieron comprobar que eran las diez y cuarto de la mañana del 31 de diciembre de 2017, a pesar de que habían pasado más de nueve horas en su avión. Por delante tenían casi un día completo para descansar tras el largo viaje y prepararse para celebrar de nuevo el cambio de año.
Como habrás imaginado ya, las diferencias entre zonas horarias son las que hacen posible esta curiosa situación. Auckland está en GMT+13 y Honolulu está en GMT-10, lo que supone que los habitantes de la urbe neozelandesa viven 23 horas por delante de los de la capital hawaiana. Un fenómeno similar se produce en Diómedes Menor, la peculiar isla desde la que puedes contemplar el futuro, dirigiendo la vista hacia su ‘hermana’ Diómedes Mayor. Separadas por unos 4 kilómetros, entre ellas pasa la Línea Internacional de cambio de fecha.