Britta Englisch, que voló en el avión de Hamburgo a Colonia, reprodujo sus palabras en un mensaje de Facebook.
¿Cómo devolver la confianza en Germanwings tras la confirmación de que el copiloto Andreas Lubitz estrelló voluntariamente el avión en los Alpes franceses con 150 personas a bordo? Un piloto de la low cost alemana, consciente del peso de la tragedia para los pasajeros que subían a su avión, quiso tranquilizarlos con un emotivo discurso.
Britta Englisch, pasajera del vuelo entre Hamburgo y Colonia, compartió en Facebook las palabras que les dirigió el piloto antes de despegar y su mensaje ha sido ya compartido por casi 20.000 usuarios de la red social y cuenta con más de 320.000 «me gusta».
«Haré lo posible para que vuelvan con su familia»
Englisch relata su nerviosismo al coger el vuelo de Germanwings a las 8,40 horas del pasado 25 de marzo y cómo el comandante dio la bienvenida a cada pasajero en el avión. Tras el despegue, el piloto abandonó un momento la cabina para pronunciar un pequeño discurso tranquilizador entre los pasajeros. Comenzó explicando que toda la tripulación estaba conmocionada por la catástrofe y que todo el personal del avión estaba allí voluntariamente, en referencia a los vuelos anulados de la compañía por la negativa de algunos pilotos a volar.
Según esta pasajera, el piloto les contó que él también tenía una familia, que la tripulación también tenía una familia, y que iba a hacer todo lo posible para que todos pudieran volver con ella esa noche.
«Hubo un silencio. Y entonces aplaudió el avión entero», relata Englisch, que con su mensaje quería dar las gracias a este piloto. «Comprendió lo que sentíamos. También consiguió que me relajara y me hizo pasar un buen vuelo».
«Quería que vieran que en ela cabina también hay una persona»
Un día después, este mismo piloto, Frank Woiton, de 48 años, cubrió la ruta Düsseldorf-Barcelona-Düsseldorf, la misma de la tragedia de los Alpes y en el vuelo repitió su discurso. «Reinaba un ambiente de extrema aflicción entre la tripulación y entre los pasajeros. Se les podía ver en la cara», explica Woiton, padre de dos hijos.
El piloto volvió a presentarse en la cabina de pasajeros y a estrechar la mano a cada uno de ellos. «Quería que los pasajeros vieran que delante, en la cabina, también hay una persona», explica.
Entonces se colocó en el pasillo y, micrófono en mano, pronunció un discurso muy personal y emotivo: «Les llevaré sanos y salvos de Düsseldorf a Barcelona. Pueden confiar en ello, porque también yo quiero sentarme esta noche con mi familia a la mesa».
Él también dejó solo a Lubitz
Woiton explica en una entrevista en el diario Bild que él también dejó solo en la cabina a Andreas Lubitz, durante otro vuelo de la aerolínea alemana. «Le recuerdo bien. Cuando volé con él, también abandoné mi lugar durante un breve momento para ir al baño», señala.
Nada en su copiloto de 27 años le llamó especialmente la atención. Cuenta que cuando compartieron cabina, Lubitz le habló «de lo feliz que era» y «dijo que pronto volaría largas distancias y que quería convertirse en comandante».
«Dominaba muy bien el avión, lo tenía todo controlado. Por eso también lo dejé sólo en la cabina para ir al baño», explica.
En su opinión, «el inconcebible acto de este hombre ha destruido una infinita confianza que ahora debe ser reconstruida paso a paso».
Fuente: ABC.es