Al completar anteayer el histórico vuelo del avión solar cuando la aeronave aterrizó en Abu Dhabi, desde donde había emprendido su inédita y épica travesía de 40.000 kilómetros iniciada hace más de un año, la primera y más trascendente conclusión fue la de haberse confirmado así la eficacia de las llamadas energías limpias y las ilimitadas perspectivas que se abren con su empleo.
Se trató del primer vuelo con energía solar, detallándose que desde su despegue en marzo de 2015, el avión Solar Impulse 2, de fabricación suiza, efectuó 16 escalas en el mundo sin utilizar una gota de combustible para mostrar que mediante el aprovechamiento de energías limpias es posible reducir a la mitad el consumo energético en el mundo, ahorrar recursos naturales y mejorar la calidad de vida de las personas.
Tal como se informó, el avión está dotado de 17.248 celdas fotovoltaicas que suministran energía a cuatro motores eléctricos que impulsan las hélices del aparato. La aeronave funciona durante la noche con cuatro baterías de polímero de litio. Mide 72 metros y las celdas instaladas en las alas captan la energía solar.
Pese a que han existido múltiples experiencias demostrativas del enorme valor de las energías alternativas, aplicadas tanto en las áreas de la generación, de la producción agropecuaria o de la vivienda, entre otros múltiples usos posibles, la travesía del avión solar no sólo aporta conclusiones específicas, sino que también reviste especial importancia por la repercusión mundial que ella alcanzó durante el derrotero de la aeronave por los distintos países.
Si bien el avance las energías alternativas se produce con lentitud, lo cierto es que los paneles solares, los molinos eólicos y circuitos de reutilización de agua de lluvia, son algunos de los mecanismos que comienzan a aparecer con frecuencia cada vez mayor en casas y edificios platenses, en tanto que en otros sectores del país se están montando polos productivos de estos tipos de energía. De acuerdo con las estadísticas del Banco Mundial, hacia 2025 el 80 por ciento de la población de la Tierra vivirá en ciudades.
En ese contexto, la calidad ambiental quedará como nunca en el centro del debate. Los expertos afirman que en la actualidad ya es posible tener casas “eficientes”, subordinadas a pautas ambientales, sin que los presupuestos se alteren demasiado. Las crecientes y dramáticas penurias que vive nuestra población en materia energética no sólo obligan a una modernización de las actuales estructuras de servicio, potenciando la producción y distribución del servicio, sino que aconsejan la diversificación de las fuentes de energía.
Entre las obvias ventajas -por ejemplo, de la energía solar- figuran la del escaso o nulo costo del combustible, de manera que los únicos gastos de generación son los que requiere el mantenimiento de las pantallas. Lo mismo puede señalarse de la energía eólica, con sólo un alto costo inicial en la instalación y evidentes beneficios ulteriores. La gravísima crisis energética que se atraviesa merece que se exploren en profundidad estos recursos que la Naturaleza ofrece y se encuentran a mano.
Fuente: El Dia / Imagen: Solarimpulse