¿Carro o helicóptero? Solo la elite neoyorquina que cena en Per Se o en Masa y se despierta en un dúplex que mira a Central Park se hace esta pregunta cuando toca ir al aeropuerto. Los helicópteros no son ajenos a aquellos que sudan dinero en Nueva York: es la solución ideal para no perder un vuelo de última hora o para ahorrarse los atascos interminables de los viernes de verano en dirección a sus mansiones en los Hamptons.
Para el resto del mundo, solo son una atracción cara para turistas: 150 dólares por un paseo por el Hudson de menos de quince minutos. Ahora, un empresario quiere convertir el helicóptero en un medio de transporte popular. Se llama Tim Hayes, es un productor de música y televisión, y acaba de lanzar Gotham Air, un servicio de helicóptero que conecta Manhattan con los aeropuertos de JFK y de Newark (Nueva Jersey). El gancho con el que pretende poner en el aire a los neoyorquinos es una tarifa inicial de 99 dólares por el primer trayecto. Las siguientes veces que el cliente utilice el servicio, pagará entre 199 y 219 dólares.
El precio es competitivo, si se tiene en cuenta que un taxi a Manhattan a JFK es difícil que cueste menos de 50 dólares, sin contar propinas, peajes o atascos, donde el taxímetro no para. Llegar a Newark todavía es más caro. En las opciones más cómodas –con mejores coches, recogida en el domicilio y conductores que hablan inglés- el precio se dispara.
Y, cuando el tiempo es oro, el helicóptero es imbatible. Desde cualquiera de los tres puntos de salida en Manhattan en los que va a operar, los aparatos de Gotham Air alcanzan JFK o Newark en 6 minutos, a una velocidad máxima de 257 kilómetros por hora. Con un tráfico normal, por carretera se tarda entre media hora y cuarenta minutos. En hora punta o con un accidente, mejor tener un libro, batería en el móvil y paciencia.
A pesar de competir con precios populares, Gotham Air no quiere ser un «ryanair» de los vuelos en helicóptero. Ofrecerá aperitivos de Bouchon Bakery -la pastelería del chef Thomas Keller- para picar durante el vuelo, salas de espera VIP y helicópteros de lujo con interiores de cuero y asientos de Hermes.
Hayes ideó esta aventura después de que le cobrarán 2.000 dólares por llevar en helicóptero al aeropuerto a su amigo Duff McKagan, que fue bajista de Guns N’ Roses. «Queremos ofrecer un nuevo nivel de lujo y comodidad a la vida de la gente», dice Hayes, que entonces pensó que tendría que ser posible hacer esos vuelos por menos dinero.
Otras compañías también intentan facilitar el uso de helicópteros como medio de transporte. Blade, que se autodenomina «el Uber de los helicópteros», permite organizar vuelos a los aeropuertos o a los Hamptons a través de una aplicación móvil. Su precio –alrededor de 500 dólares- todavía queda lejos del de Gotham Air.
Pero las dos compañías siguen a años luz, en lo que a coste se refiere, del metro, la opción que nunca falla (tanto Gotham Air como Blade proveen coches de lujo como sustitutos cuando la condiciones meteorológicas impiden volar). Por 7,50 dólares se llega de JFK a Manhattan, en una hora de traqueteo e inmersión en la fauna neoyorquina.
Fuente: ABC de España