Estados Unidos renuncia de momento a ampliar la prohibición al uso de computadoras portátiles y otros grandes dispositivos electrónicos a todos los vuelos internacionales. El secretario del Departamento de Seguridad Nacional, John Kelly, ordenó este miércoles que en su lugar que se proceda a reforzar todos los protocolos de seguridad en los aeropuertos para evitar que los terroristas puedan derribar un avión.
Kelly no entró en detalles sobre las medidas que se van a adoptar. Sí indicó durante una conferencia celebrada en Washington que se irán introduciendo gradualmente nuevas tecnologías para el escaneado de los pasajeros antes de que embarquen en los aviones. La prohibición sí se seguirá aplicando a la decena de aeropuertos en Oriente Medio y África identificados hace tres meses.
«La inacción no es una opción», reiteró Kelly. Por sus palabras se entiende que los controles reforzados se aplicarán a los vuelos que llegan a EE UU. Las aerolíneas estarán obligadas a instalar detectores de explosivos más avanzados en sus terminares en aeropuertos extranjeros. El plazo que se les dará para cumplir con la nuevas reglas de seguridad es de 120 días, que espera que las compañías cumplan.
La acción del Departamento de Seguridad Nacional se conoce un mes después de que Europa lograra esquivar la prohibición. Washington y Bruselas acordaron a final de mayo que era necesario elevar los niveles actuales de seguridad en la aviación global. Pero entonces Kelly dejó claro que la iniciativa seguía sobre la mesa y se daba la libertad de aplicarla si consideraba que había una amenaza seria.
Imperativo
«Que nadie se confunda», dijo Kelly en el discurso, «nuestros enemigos trabajan constantemente para hallar nuevos métodos de ocultar explosivos, reclutar informantes y secuestrar aeronaves». Por este motivo considera que es imperativo adoptar medidas generales más rígidas «para hacer que para los terroristas sea más difícil tener éxito». El personal estadounidense verificará que se aplican los protocolos.
Se calcula que hay 280 aeropuertos en todo el mundo que tienen rutas directas con Estados Unidos, en 105 países. Los datos de la IATA -el organismo que regula la aviación comercial- calcula que hay 4300 vuelos internacionales que aterrizan o despegan cada día en el país. Las aerolíneas tendrán que asumir el coste de la implantación de las nuevas medidas de seguridad, lo que ha generado protestas.
Las compañías aéreas consideran que las nuevas medidas de seguridad deben concentrarse en los aeropuertos donde el riesgo es mayor. El Departamento de Seguridad Nacional aclara que las demandadas específicas a cada aerolínea se harán en función de los niveles de seguridad en el territorio en el que operan, por lo que en algunos casos los ajustes serán mínimos.
Fuente: La Nación Argentina