Con una icónica figura a medio camino entre un boomerang y un ala delta, el Prandtl-m será el primer vehículo volador – al menos de factura humana porque, quien sabe – que surcará los cielos de Marte en la misión que en 2020 llevará este ingenio junto al nuevo rover terrestre como avanzadilla para que en la siguiente ya lleguen los primeros astronautas para poner su pie en el suelo marciano.
Pese a que la imagen, evidentemente, es una recreación por ordenador publicada por la NASA, es un proyecto basado en un avión real, el Prandtl-b y verá la luz este mismo año. Construido en fibra de carbono y de vidrio, para aunar peso y resistencia, lo que hará que todo el conjunto, que tiene una envergadura de 0,6 metros de punta a punta, pese menos de medio kilo (cerca de una libra o 453 gramos).
Dado que en Marte la gravedad es significativamente inferior a la Tierra, estoy significa que los científicos de la NASA pueden llegar a casi triplicar el peso del Prandtl-m sin que esto suponga un problema o impida su vuelo, ya que en suelo marciano, no se notará la diferencia. Esto hará posible que vaya cargado con toda la tecnología necesaria para mapear la superficie del Planeta Rojo. Por otra parte, la atmósfera en Marte también es menos densa que en la Tierra, lo que provocará que la NASA tenga que realizar las pruebas de vuelo a una altitud subiendo el Prandtl-m hasta los 30.000 metros, y por encima, mediante globos aerostáticos.
En 2020 se embarcaría junto al nuevo rover terrestre de camino a Marte.
NASA Photo / Ken UlbrichJonathan Zur, desde la izquierda, Alexandra Ocasio, Derek Abramson, Red Jensen, Etan Halberg and Keenan Albee descargando los datos de un vuelo del Prandtl-d.
Si todo va como se espera y las pruebas de la NASA son satisfactorias, el Prandtl-m se embarcará junto al próximo vehículo que recorrerá la superficie de Marte en la misión que está prevista para 2020. Durante ésta, su cometido será el de poner un «ojo» en el cielo de Marte durante un vuelo que recorrerá unos 80 kilómetros antes de caer al suelo y con el que se espera encontrar posibles zonas de aterrizaje para la futura misión tripulada al Planeta Rojo en la que no sólo se habrá realizado el primer vuelo con un drone, sino que la raza humana pondrá el pie, por primera vez, en un planeta que no es la Tierra.
Fuente: Cinco Días