La Feria Internacional de la Aviación (ILA) de Berlín, una de las mayores del sector a nivel mundial, abrió sus puertas en una edición más compacta y con menos participantes, pero volcada en la innovación, la digitalización y la conectividad.
El sector mira con cierto optimismo al futuro por el rápido crecimiento del tráfico aéreo comercial, sobre todo en la región Asia-Pacífico, y el mantenimiento de los precios del petróleo en niveles bajos, aunque preocupa que la demanda de aviones militares vive momentos de incertidumbre.
En total, 1.017 empresas de 37 países exponen sus novedades en la muestra berlinesa, que aprovecha parte de las instalaciones del aeropuerto internacional de Schönefeld, y entre ellas se encuentran nombres claves del sector como Airbus y Boeing, los dos gigantes, así como Martin Lockheed, Rolls Royce, Diehl y Antonov, entre otros.
No obstante, estas cifras están lejos de las 1.203 compañías de 40 naciones de hace dos años en la última ILA, y la actual cita se prolonga sólo hasta el sábado, con los dos primeros días para los profesionales y los otros dos para el público general, frente a los seis días de las últimas ediciones.
La feria, aseguró en la inauguración el ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel, es una «orgullosa muestra» de los avances tecnológicos del sector, que en Alemania emplea en investigación y desarrollo el 17 % de sus ingresos.
Esta industria tiene un «especial significado» por ser la «punta de lanza» de la innovación tecnológica, por la calidad de sus productos y por el empleo de calidad que da 106.000 personas en Alemania, agregó el titular de Economía.
El presidente de la Federación de la Industria Aeronáutica Alemana (BDLI), Bernhard Gerwert, afirmó por su parte que el sector es símbolo de «innovación y liderazgo» y recalcó que en todos y cada uno de los aviones operativos en la actualidad en todo el mundo ha participado la industria alemana.
La feria se centra, a nivel temático, en explorar las posibilidades de la digitalización para el sector, así como en la aplicación a la industria aeronáutica de avances como la impresión de 3D.
Además, se pueden visitar en la feria unos 200 aviones, desde pequeños drones o aviones no tripulados para tareas de reconocimiento hasta el gigantesco Airbus A380, el mayor avión de pasajeros, pasando por distintos helicópteros militares y aviones de transporte como el Hercules o el A400M, así como cazabombarderos de factura europea y estadounidense.
Entre los modelos expuestos destacan el Airbus A350 XWB, un nuevo diseño del consorcio europeo para los vuelos de rango largo que se caracteriza por un cuerpo de cabina más ancho; y el nuevo A320neo, más eficiente y silencioso.
Además, Boeing trae a la cita su B747-8, el avión de pasajeros más largo del mercado, y la casa ucraniana Antonov muestra dos nuevos aparatos de mercancías, hermanos menores del buque insignia de esta casa, el Antonov 225, el mayor avión del mundo.
La ILA tiene también espacio, pensando en los miles de curiosos que se acercan a la feria en las últimas jornadas, para aparatos históricos, que se pueden visitar en las pistas de la feria.
Entre ellos se encuentran el legendario DC-3 «Rosinenbomber», que participó en el «puente aéreo» de Berlín durante el bloqueo soviético, y un caza Messerschmitt 109 de los años 30 y 40 del siglo pasado.
La superficie total de la muestra se mantiene en las últimas ediciones en los 250.000 metros cuadrados, de los que unos 100.000 se destina a los aviones.
Fuente: El Mundo