Fotografía: https://www.lasprovincias.es/
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Los ejecutivos de ventas, brokers, y representantes de las compañías de aviación ejecutiva están apuntando a las grandes empresas y holdings para ofrecer sus servicios. Como consecuencia de las restricciones y complicaciones de la aviación comercial, sumado a la comodidad de poder disponer de un avión en un día y hora determinada, una experiencia y confort de primera clase, ganando en tiempo y conectividad inmediata.
El mercado de aviación ejecutiva ha tenido un incremento sustancial, comparando con los valores prepandemia, ya que tanto clientes particulares como empresas se sienten más seguros adquiriendo un vuelo privado que estar a expensas de un vuelo comercial, con todo lo que esto implica.
Una tendencia en la aviación de negocios es programar vuelos corporativos a determinados centros de negocios en Sudamérica, como Buenos Aires, San Pablo, Lima, Montevideo y Santiago de Chile. Con respecto a destinos de ocio, y turismo de vacunas, Miami/Fort Lauderdale está entre los destinos más solicitados. Otro segmento importante es entender a la aviación corporativa como «shuttle»: muchos pasajeros optaron por contratar esta modalidad de vuelos para enlazar con vuelos de línea en sus correspondientes hubs.
En sintonía con este panorama, los fabricantes como Gulfstream Aerospace de General Dynamics Corp y Textron Inc, están impulsando la producción a medida que aumenta la demanda. Su competidor Bombardier relanza su estrategia de ventas, abocado a la producción de aviones ejecutivos de mediano porte (Bombardier Challenger y Global) luego del cese de producción de la linea Learjet, símbolo de de la aviación de negocios, desde sus inicios en la década del 60.
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Articulo: ALAN NANNI COITIÑO