Poco a poco surgen nuevos datos sobre la trágica caída de un avión en Taiwán que hasta el momento ha dejado 35 muertos. El análisis de las dos cajas negras del TransAsia mostró fallos en los dos motores y varias alertas automáticas de pérdida del empuje mínimo para sustentarse en vuelo.
«Se produjo un fallo en los dos motores, una llamada de la tripulación, un ruido externo y luego se interrumpió la comunicación», aseguró en rueda de prensa el director ejecutivo del Consejo de Seguridad de Vuelo, Wang Xingzhong, al ofrecer los resultados preliminares del examen de las dos cajas.
Los datos analizados permiten saber que el vuelo GE235, accidentado el miércoles, duró 3 minutos y 23 segundos en el aire desde que a las 10:51:13 (hora local) recibió el permiso de despegue y hasta las 10.54.36 cuando se precipitó sobre río Jilong.
¿Cómo habría sido el accidente?
Wang explicó que, muy poco después de despegar el avión, se detuvo el motor izquierdo, por lo cual el piloto y su segundo al mando enviaron una señal de alerta y trataron de encenderlo de nuevo.
Después falló el segundo motor y también se intentó reactivarlo, tras lo cual se oye un ruido externo y se interrumpe la grabación de las cajas negras, añadió.
Un minuto antes de estrellarse el avión se registraron cinco alertas automáticas de que el avión estaba perdiendo el empuje suficiente para poder mantenerse en vuelo, según Wang.
Expertos taiwaneses apuntaron a que, en una situación de fallo mecánico como esta, el piloto no podía hacer mucho, por lo que pidieron un mayor control de las revisiones y más medidas de seguridad.
«Con dos motores dañados no es de extrañar que el avión perdiese altura desde 381 metros a las 10.53 horas, un minuto después del despegue, hasta 90 metros un minuto más tarde», señaló a Efe el experto aeronáutico taiwanés Eddie Yu.
Hallan el cuerpo del piloto taiwanés aferrado a la palanca de mando
Este viernes fue encontrado el cuerpo del piloto del TransAsia en condiciones que han conmovido a toda la nación: estaba en la cabina, aferrado a la palanca de mando y con ambas piernas fracturadas.
Liao Chien-tsung, de 41 años, ya es considerado héroe por sus compatriotas tras conocerse que luchó hasta su último aliento por tratar de salvar vidas al dirigir el avión, con los dos motores estropeados, lejos de las zonas habitacionales.
Fuente: Univisión