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Los momentos más incómodos y molestos durante un viaje en avión

Un vuelo es siempre impredecible en todo sentido: no sabemos con quién viajaremos, cómo reaccionará nuestro cuerpo o que otras situaciones molestas tendremos que enfrentar. Si bien algunas tienen una solución simple, como ponerse tapones en los oídos o tener cuidado al hacer las cosas, eso no quita la sensación de incomodidad.

Aquí te presentamos algunas. ¿Se te ocurre otra experiencia incómoda?

Niños llorando

Muchas veces es inevitable que los niños se aburran o lloren, especialmente si son pequeños y tienen que pasar muchas horas en un lugar muy limitado. Si tienes la oportunidad de hacer algo, intenta distraer la atención del pequeño de alguna manera y ayudar a que la madre se calme pues entre más estrés sienta el niño,  peor será.

Música a todo volumen

Los audífonos son un accesorio imprescindible durante un viaje pues nos permiten escuchar lo que queremos manteniendo el ruido bajo control y no molestar a los vecinos. Si bien hay personas que no tienen esto en consideración, la mejor solución es pedirles educadamente que usen los audífonos que la aerolínea les ofrece pues el ruido incomoda al resto.

Gente que ronca

El momento de mayor impotencia cuando viajamos es estar cerca a una persona que ronca. Él no tiene la culpa de hacerlo y nosotros tampoco podemos ir a despertarlo, así que la única solución es hacer uso de los tapones para los oídos e intentar conciliar el sueño.

Gente que se mueve con lentitud

No es que estemos apurados ni corriendo a todas partes pero es inevitable no sentir algo de fastidio cuando nos cruzamos con gente que caminan más lento de lo habitual acaparando todo el pasillo. Para evitarlo, elige caminar en lugar de tomar las plataformas eléctricas o acelera un poco el paso.

Perderte

No todos tenemos el sentido de orientación bien desarrollado y hasta el aeropuerto puede convertirse en un laberinto. Si sabes que eres despistado y estas con el tiempo justo para abordar el avión, concéntrate en el camino y avanza mirando los letreros para no retrasarte por tomar el camino equivocado.

Ensuciarte

Subirse a un avión implica pasar un buen tiempo con la misma ropa sin mucha opción a cambiarse en caso de un accidente como derramarnos la bebida encima o que un pedazo de comida nos caiga sobre la ropa. La solución es llevar una muda de ropa extra en el equipaje de mano.

Los entumecimientos

Así como no tenemos opción a cambiarnos de ropa, tampoco la tenemos para cambiar de posición. Al estar sentados aparecen esos hormigueos en las piernas que nos dejan casi inmovilizados por unos minutos. Si eso te ocurre, párate del asiento y estira la pierna para que la circulación sanguínea se normalice.

Fuente: El comercio

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