La compañía portuguesa Tap es hoy propiedad en parte de David Neeleman y en parte del estado portugués. Una pareja que no tiene los mismos objetivos: un gobierno no busca ganar dinero sino elecciones y Neeleman, un hombre de la aviación, está un poco harto de esto.
Su cansancio se convierte en deseos de largarse tras conocer las pérdidas de 105 millones de euros del año pasado, las más importante de la historia reciente.
Tap ha protagonizado una profunda modernización de su flota de aviones, siendo de las primeras compañías en incorporar los últimos modelos de Airbus, entre ellos el nuevo A321. Sin embargo, esto no ha ido acompañado por unos resultados económicos acordes.
Ha habido muchas tensiones entre el director general de la compañía y el gobierno, que le ha venido exigiendo medidas políticamente correctas.
Ante la situación, Lufthansa, propietaria de Air Brussels, Austrian o Swiss, se ha aproximado ofreciéndose a comprar Tap. La hipotética entrada de Lufthansa en Tap, que tiene una cuota de cierta importancia entre Europa y Latinoamérica, sobre todo a Brasil y Venezuela, supondría una ‘china’ en el zapato de IAG quien, tras la compra de Air Europa, se convierte en el operador de referencia para estos trayectos.
La posible entrada de Lufthansa en Tap facilitaría el visto bueno de Europa a la unión de Iberia con Air Europa, debido a que Lufthansa en cierta medida garantizaría la presencia de competencia en esos mercados, sumada a la abundante presencia de Air France.
No ha trascendido ni el precio ni el estado de las negociaciones.
Fuente: www.preferente.com