La crisis por el brote de coronavirus ha llegado a México, y la industria de las aerolíneas está entre las más afectadas. Con fuertes contracciones en los flujos de pasajeros y medidas restrictivas, los costos serán nocivos, pero cada compañía está en una diferente situación para afrontarlos.
Para entender el impacto que cada aerolínea mexicana podría tener en sus operaciones –centrándonos en las que emiten su información financiera públicamente–, primero resulta necesario tener una fotografía de dónde está parada la industria en general.
El momento para las aerolíneas es muy particular, ya que tiene varios efectos combinados, explica José Luis Cano, director ejecutivo senior de deuda corporativa en HR Ratings, ya que por una parte el precio del dólar se encontraba en niveles sanos, aunado a los precios del crudo que se desplomaron a nivel mundial, bajando los costos del combustible, un gasto importante para la industria.
“Si hubiéramos dejado sólo la caída del precio del petróleo y lo que sucede con la paridad del peso-dolar hubiera tenido efecto positivo para general; de un 33% que representaba el costo de la turbosina para las aerolíneas al cierre de 2019, hubiera bajado a 25%, porque esa combinación les habría quitado la presión”, explica.
Sin embargo, matiza, este beneficio sólo se mantiene cuando las aerolíneas continúan generando ingresos, para lo cual obligatoriamente deben seguir volando, debido a que es una industria con altas necesidades de capital y muchos costos fijos. Además del combustible, está la renta de aeronaves, servicios de operación (como el costo laboral) y aeroportuarios, que representan alrededor de 13% de sus gastos anuales, indica el especialista.
Alejandra Marcos, analista de Intercam Casa de Bolsa, explica que la firma será una de las aerolíneas públicas más afectadas por su alta exposición al mercado internacional.
“Tiene un modelo de negocio mucho menos flexible que el de Volaris, por ejemplo, con gastos fijos más elevados por cómo está configurado el negocio, ya que Aeroméxico es una aerolínea troncal ”.
‘Low-cost’, con menos retos, pero…
Las aerolíneas del segmento de bajo costo (Volaris y Viva Aerobus) están menos presionadas por una menor dependencia al mercado internacional y, aunque atienden a un segmento distinto que el de Aeroméxico –enfocado en negocios, mientras que las low-cost apuntan a viajes de placer–, la contracción del mercado doméstico terminará afectándoles.
Por una parte, la especialista de Intercam hace énfasis en que el modelo de negocios de Volaris es distinto, y cuenta con una operación más eficiente, que le permite una alta flexibilidad para mitigar gastos, como sacar aviones de operaciones. “No vale la pena tener vuelos con un factor de ocupación tan bajo. Los costos y gastos son más altos que los ingresos que pudieran tener”…
Fuente: expansion.mx