¿Se imagina poder dormir en el interior de un Boeing 727 sin experimentar el síndrome de la clase turista al día siguiente? Por muy utópico que parezca el hecho de no padecer los efectos de la falta de espacio entre los asientos, es posible. La reconversión del fuselaje de los aviones en espacios habitables es tendencia y numerosas empresas del sector hotelero ofrecen incluso estancias turísticas en las cabinas.
Coincidiendo con la celebración del Salon International de l’Aéronautique et de l’Espace, en París, esta novedosa tendencia despierta la atención de los más apasionados del transporte aéreo.
Se puede afirmar que la iniciativa la puso de moda la plataforma de alojamiento Airbnb, cuando a finales de 2014 colocó un anuncio de alquiler de una nave de casi 370 metros cuadrados de la flota de KLM. Con esta estrategia publicitaria, la aerolínea y Airbnb convocaron un concurso para sus clientes por el que se podía obtener el privilegio de pasar una noche en el lujoso avión transformado sin tener que contratar un vuelo de larga distancia.
Así, las empresas del sector hotelero han encontrado en esta fórmula innovadora un reclamo para sus clientes. Es el caso de Hotel Costa Verde, quien dispone de una oferta específica para aquellos turistas que deseen pasar sus vacaciones dentro de un avión. Eso sí, con excelentes vistas y toda clase de comodidades. Esta suite-avión se ubica junto al Parque Nacional, a 50 metros de altura, y no le falta aire acondicionado, baño privado e incluso televisión.
Pero aquellos que no quieran limitar su estancia en la aeronave a algo meramente vacacional pueden imitar al ingeniero Bruce Campbell, quien se diseñó y construyó su propio avión-hogar en medio de un bosque. Este fanático de la ingeniería aeroespacial ha desarrollado, incluso, una página web donde informa con detalle de sus proyectos a sus visitantes y les explica cómo transformar este medio de transporte en una vivienda novedosa con todas sus comodidades.
Y en el terreno de la vivienda-transporte también es posible encontrar sello nacional. Así sucede con Miguel Huidobro, un español que fundó una empresa para dedicarse a reconvertir antiguos vagones de ferrocarril en vivienda, como explicó anteriormente ELMUNDO.es. Así pues, parece claro que muchos arquitectos han encontrado no sólo en los aviones sino en otros medios de transporte una vía alternativa para experimentar con sus bocetos y crear diseños realmente atractivos e innovadores.
Fuente: El Mundo