Un piloto de Air Canada desvió un avión en la ruta Tel Aviv-Toronto al constatar que la temperatura del área de equipaje, en la que viajaba un perro propiedad de uno de los pasajeros, no estaba funcionando correctamente.
Debido a que la calefacción del área no funcionaba correctamente, la zona de carga alcanzaría una temperatura inferior a 10 grados centígrados durante el vuelo sobre el Océano Atlántico, temperatura en la que el perro que viajaba en el área no podría sobrevivir.
El piloto decidió entonces desviar el avión y aterrizar en Fráncfort, donde el perro pudo ser cambiado de avión y llegó a Toronto sano y salvo, con solo 75 minutos de retraso.
El portavoz de la compañía, Peter Fitzpatrick, indicó a través de un comunicado por correo electrónico que, si bien había sido un inconveniente para los viajeros, ellos comprendieron el hecho y reaccionaron de manera positiva al saber que Simba, el perro que viajaba en el compartimento de equipaje, estaba en peligro de muerte.
El propietario de Simba declaró en el aeropuerto Pearson que el animal es como un hijo para él, por lo que estaba agradecido por la acción del piloto.
Fuente: Noticias Monterreal