Nacidos en un entorno militar, los llamados Vehículos Aéreos No Tripulados quieren volar en el mercado de consumo. Surgen cada vez más modelos comerciales y diversos mercados como los de EE.UU. o España se plantean la posibilidad de regular su uso como herramientas destinadas a los servicos, ya sea para realizar prácticas de rescate, análisis de la situación o, incluso, métodos de transporte de pequeñas mercancías.
Los «drones» son productos tecnológicos que han convertido a pequeños aviones dirigidos por control remoto en objetos de gran atracción para muchos ámbitos. Van cargados de cámaras especiales -capaces de enviar fotografías en tiempo real- que sirven de «ojo» al controlador y pueden guiarse por navegación GPS.
En el militar, sus posibilidades son obvias, a veces hasta macabras. Los ejércitos más avanzados los utilizan desde hace años como herramientas para el reconocimiento para planificar un ataque o, tal y como se han dado casos, como armamento gracias a su incorporación de armas de fuego capaces de matar a personas. Sin embargo, también se dan casos de ayuda humanitaria y como elementos indispensables en la extinción de incendios.
El término proviene de «vehículo aéreo no tripulado», con las siglas «VANT» en inglés de «Unmanned Aerial Vehicle», aunque son conocidos popularmente como «drones», que significa zángano. El ejemplo más antiguo fue desarrollado después de la I Guerra Mundial y se llegaron a emplear durante la II Guerra Mundial para entrenar a los operarios de los cañones antiaéreos.
Fuente: ABC.es