Los problemas económicos en países como Argentina, México o Venezuela, sumados a las protestas en varios puntos de la región, tuvieron un impacto negativo en el sector. IATA confía en que en 2020 se revierta esta tendencia y se alcancen unos beneficios de 100 millones de dólares.
El vicepresidente de IATA para América, Peter Cerdá, comento:
«Hubo un significativo impacto por las protestas en Ecuador y Chile, país que tuvo que cancelar eventos como la Cumbre del Clima, y en estos casos el aéreo es uno de los sectores más impactados, suele disuadir a muchos a la hora de viajar o hacer negocios».
A largo plazo, sin embargo, IATA prevé que el tráfico aéreo en la región se duplique en los próximos 20 años, siendo Panamá, Perú y Colombia los países en los que se esperan mayores ritmos de crecimiento.
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Para ello, advirtió Cerdá, se necesitan decisiones ambiciosas por parte de los gobiernos, como por ejemplo en México, donde el crecimiento anual del sector aéreo proyectado para ese país en las próximos dos décadas, del 4 %, «está en riesgo sin infraestructuras adecuadas».
En ese sentido, la IATA, que acogió con pesimismo la decisión de cancelar el proyecto de un nuevo aeropuerto internacional para Ciudad de México, está en diálogo con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para analizar su plan alternativo de ampliar tres instalaciones existentes en la capital, Toluca y Santa Lucía.
En Lima, según Cerdá «uno de los nexos de transporte clave para la región», se prevén planes de expansión del aeropuerto que el gobierno proyecta terminar en 2024, aunque el vicepresidente consideró que podría ser un plazo demasiado largo para atender el crecimiento del sector previsto en este país, en torno a un 4,6 %.
Por otro lado, el ejecutivo lamentó el excesivo recurso de muchos gobiernos latinoamericanos a aplicar fuertes tasas a los precios de los billetes de avión, lo que, en su opinión, lastra el crecimiento del sector.