Los fabricantes de aviones comerciales han venido siendo objeto de presiones para que reduzcan el ruido que generan sus aeronaves, de manera tal disminuir las molestias y los impactos sobre la salud de las personas que viven cerca de los aeropuertos.
Con el objetivo de acogerse a las rigurosas normas internacionales elaboradas para regular este tema, empresas tales como Boeing, Airbus, Embraer y Bombardier han concretado pesadas inversiones en investigación y desarrollo, a los efectos de detectar y minimizar las fuentes de ruido de los aviones que proyectan para tornarlos más silenciosos.
Un grupo de investigadores del Laboratorio de Ciencias Aeronáuticas de la Facultad de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Campinas (FEM-Unicamp), en Brasil, acaba de brindar una contribución tendiente a que la industria aeronáutica pueda lograr este objetivo.
En colaboración con ingenieros de Boeing de Estados Unidos y de Brasil, los investigadores simularon computacionalmente el flujo turbulento (que se produce cuando las partículas de un fluido –el aire, por ejemplo– no se mueven siguiendo trayectorias claramente definidas) alrededor de un tren de aterrizaje. De esta forma, lograron identificar las fuentes de ruido que contribuyen para que los trenes de aterrizaje constituyan actualmente uno de los principales componentes de la emisión sonora de las aeronaves comerciales durante su aterrizaje.
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Fuente: noticiasdelaciencia.com