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–Te recibimos con la misma ingenua esperanza que los años anteriores, la cual muchas veces fue correspondida y otras tantas también negadas. Pero jamás, ni en nuestras peores pesadillas, hubiésemos imaginado que el 2020 traería consigo una tragedia de alcance global que la mayoría de nosotros nunca experimentó.
Sí, regiones, países, ciudades, barrios, familias y personas han sufrido momentos mucho peores durante el último siglo, pero la mayoría inconexas. En distintos grados, todos fuimos conectados con el terror a un virus desconocido que podía llegar, literalmente, de la mano de un amigo, un colega, un cliente o un familiar. Y todos fuimos afectados por las acciones entendibles por tratar de contener su expansión. Parecían de ciencia ficción las imágenes que veíamos en marzo de compañías aéreas publicando en sus redes sociales mensajes de «nos vemos pronto» a medida que iban suspendiendo sus operaciones.
En el 2019, 305 millones de pasajeros fueron transportados, todo parecía indicar que nada detendría la pujanza del transporte aéreo. Hasta que llegó el COVID-19 y derrumbó los sueños de una industria, los sueños de los millones de trabajadores.
¿Dejamos atrás lo peor? Más que nunca dependerá de nuestro trabajo en unidad y de lo que se aprendió en 2020 sobre cómo convivir con el virus. Con esta segunda ola, la clave está en: si el año que termino fue el de sobrevivir al COVID-19, el 2021 debe ser el de aprender a convivir con él.
La vacunación ya arrancó en algunos países, pero pueden faltar meses hasta lograr una cobertura importante. En menor medida en Brasil, Chile y México, donde los vuelos nunca pararon. Y en mayor medida en Argentina, Venezuela y Colombia, en donde más se tardó en reanudarlos.
Por eso, dejando de lado cuestiones personales o lugares comunes de paz y amor, nuestro deseo para la industria aéreo latinoamericana en este 2021 es que trabajemos juntos tomados de la mano por el bien común. Para los que sufrieron la pérdida de un empleo y hoy miran con angustia su porvenir, va nuestro más sincero deseo de un 2021 con muchos buenos vuelos y bendiciones para todos.
Porque cada vez que un avión aterriza trae consigo cientos de oportunidades de crecimiento que no se quedan solo en la cabina, sino que van mucho más allá de la escalerilla y la terminal, y se derraman hacia toda la comunidad.
Adiós 2020, cuando te cruces en la puerta con el 2021, háblale bien de nosotros, esperamos, esta vez sí, con genuina esperanza de que va a ser mejor que el 2020.
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Articulo: Por EDGARDO GIMENEZ MAZÓ / Resumen Yoseph Peña(yocnew)