Sería un caso más de adopción de un perro por una persona sensible si no tuviera el signo de la perseverancia del amor, valga decir, perruno.
La historia de Rubio, un perro callejero del barrio de Puerto Madero, en Buenos Aires, ha conmovido a muchos desde que se conoció que este viernes tomará un vuelo rumbo a Alemania para iniciar una nueva vida junto a la persona que «enamoró» durante meses y que terminó por adoptarlo en su familia: la Tripulante de cabina alemana Olivia Sievers.
Pudiera decirse que Rubio tuvo buen olfato para escoger a su hada madrina. Sievers, tripulante de cabina de Lufthansa, es una apasionada protectora de los animales y particularmente de los perros, que ocupan un lugar muy especial en su vida.
La historia se remonta a octubre de 2015, cuando Rubio comenzó a recorrer las calles de Puerto Madero. Sucedió que cada vez que Sievers viajaba a Buenos Aires, se hospedaba con la tripulación del vuelo en el Hotel Hilton de Puerto Madero, adonde concurría invariablemente Rubio para recabar su atención y mimos.
Curiosamente, el perro aparecía en la entrada del Hilton cada vez que Sievers estaba de tránsito. Ella le daba de comer, lo acariciaba y le garantizaba protección en las noches frías o ante las tormentas, aunque por razones obvias no podía siquiera entrarlo al vestíbulo del hotel y, menos, su habitación.
La magia se fue estableciendo entre los dos. Rubio aparecía sorpresivamente en cada estancia de su protectora. Varios testigos dicen que llegaba misteriosamente mucho antes de que Sievers arribara al hotel, como si la presintiera. Y volvía a desaparecer, como un fantasma, cuando ella abandonaba el país.
El vínculo hizo que Sievers hiciera un primer esfuerzo por sacar a Rubio de las calles. Fue entonces que contactó a Mascotas Puerto Madero Adopciones Responsables, organización de recuperación y adopción de animales que se encargó del caso.
Pero al parecer Rubio no se sentía plenamente a gusto en su hogar de tránsito en el barrio de San Telmo y recientemente protagonizó una fuga en los días en que su madrina no se hallaba en Argentina. El animal atravesó la ciudad y apareció justamente en las puertas del Hotel Hilton, esperando a su amada benefactora.
El incidente llevó a Sievers a tomar la decisión de adoptar a Rubio y llevárselo con ella este viernes rumbo a Alemania.
La historia de Olivia Sievers y Rubio ha contribuido a movilizar a muchas personas, en Argentina y más allá, por la causa de los animales abandonados.
Fuente: Telemundo