De todos los fallos técnicos que pueden ocurrir durante un vuelo, que los dos motores se paren simultáneamente es uno de los más raros, y también uno de los más peligrosos. Ese incidente, conocido como Dual Flameout es lo que le ha ocurrido a un Airbus A330 completamente nuevo de la compañía Singapore Airlines.
El fallo se produjo la semana pasada, pero todos los detalles se han ido conociendo durante los últimos días. Ocurrió tres horas y media después del despegue, cuando el avión atravesaba el Mar de China cubriendo el trayecto entre Singapur y Shanghai. Los dos motores Rolls Royce del avión se detuvieron sin previo aviso a una altitud de 11.800 metros. Todos los pilotos comerciales reciben un entrenamiento exhaustivo para afrontar incidencias graves como esta, así que los del vuelo SQ836 comenzaron a aplicar el procedimiento para tratar de restablecer la potencia de los motores, y pusieron el avión en un descenso controlado.
El primer motor volvió a funcionar poco después del incidente, pero el segundo no se recuperó hasta casi 4.000 metros de descenso más tarde, unos 25 minutos después. Unos 100 minutos después el vuelo SQ836 aterrizó sin incidencias en Shanghai. Llevaba 182 pasajeros y 12 tripulantes a bordo que afortunadamente llegaron sanos y salvos.
Los pasajeros no notaron el problema
Aunque suena terrorífico, el hecho de que se apaguen los dos motores de un avión no implica que el aeroplano entre en caída libre entre gritos y máscaras de oxigeno ni mucho menos. El descenso de la nave se realizó de manera controlada en todo momento. La alimentación auxiliar del avión mantiene operativos los sistemas principales como la presión en cabina, las luces o el aire acondicionado, y las turbinas continúan girando, por lo que los pasajeros probablemente ni siquiera se dieron cuenta de que había algún problema.
Asimismo, la ignición de uno de los motores es garantía suficiente para que el Airbus pueda llegar a destino sin problemas. Los aviones modernos están preparados para seguir operativos incluso con un solo motor. En el caso del Airbus A330, una certificación llamada ETOPS-180 (Extended-range Twin-engine Operational Performance Standards) asegura que la aeronave pueda seguir volando hasta 180 minutos con un solo motor. Esa autonomía suele ser más que suficiente como para localizar un aeropuerto en el que hacer un aterrizaje de emergencia.
Cristales de hielo
A su llegada a Shanghai, los motores del avión han pasado por una revisión exhaustiva de varias horas, pero los técnicos no han sido capaces de encontrar la causa del fallo. Se da la circunstancia de que el Airbus A330 es la aeronave más moderna de Singapore Airlines. Su vuelo inaugural tuvo lugar el pasado 12 de marzo y había pasado todos los controles necesarios para operar con pasajeros. Un tercio de la flota total de Singapore Airlines (30 aeronaves) son Airbus A330.
El avión, registrado con matrícula 9V-SSF no volverá a volar hasta que un equipo de técnicos de Singapore Airlines, Airbus y Rolls Royce no determinen con precisión las causas del fallo. De momento se baraja la hipótesis de que el avión pasó por una zona de aire frío no detectada que formó cristales de hielo en las turbinas de los motores. La hipótesis encaja con el hecho de que los motores volvieran a la normalidad cuando el avión perdió altura y la temperatura permitió a los microcristales de hielo fundirse.
De todas maneras, la hipótesis de los microcristales de hielo es solo eso, una hipótesis. Hay muchas causas técnicas que pueden provocar una parada de los motores. El vídeo sobre estas líneas explica cómo funcionan (en circunstancias normales) los motores Rolls Royce Trent 700 que lleva el Airbus A330). [WSJ vía Flight Club]
Fuente: Gizmodo