Un cerrajero cansado de perder su vida en el tránsito por el traslado desde su casa al trabajo, hizo realidad su sueño y el de muchos de permanecer en sus vehículos durante horas: trasladarse por aire a su destino.
Mira abajo el vuelo del pequeño avión
Frantisek Hadrava, quien reside en un pueblo de la República Checa, construyó su propio avión al que bautizó como “Vampira”, para movilizarse con facilidad hacia la fábrica donde trabaja.
- UN PECULIAR MEDIO DE TRANSPORTE:
En lugar de un hangar, Hadrava utiliza el parqueo de la empresa para estacionarse, por lo que arrastra su avión hasta el lugar luego de aterrizar en un campo cercano.
La aventura de Hadrava llevó dos años de trabajo y una inversión aproximada de 37 mil 700 quetzales, con lo que cumplió su objetivo: tardar 5 minutos en llegar a la oficina.
Para su construcción, se inspiró en los aeroplanos norteamericanos “Minimax” que alcanzan una velocidad de 145 kilómetros por hora, conocidos por hacer que la tarea de construir un avión resulte fácil a casi cualquier persona.