Afortunadamente, la simulación estocástica, combinada con otros métodos de análisis como los que IGAMT desarrolla desde hace años, permiten analizar las incertidumbres asociadas a un enemigo invisible como es el SARS.CoV-2.
Los objetivos estratégicos de la OACI ya contemplan, de algún modo, la problemática que nos ocupa:
-
Seguridad operacional de la aviación civil mundial: se centra primordialmente en la capacidad de los países de participar en materia de supervisión de la reglamentación aérea.
-
Capacidad y eficiencia de la navegación aérea: busca aumentar la capacidad y mejorar la eficiencia del sistema de la aviación civil mundial, mediante la modernización de las infraestructuras y la elaboración de nuevos procedimientos.
-
Seguridad de la aviación y facilitación: procura fortalecer la facilitación, la seguridad de la aviación civil mundial y asuntos relativos a la seguridad de las fronteras.
-
Desarrollo económico del transporte aéreo: persigue fomentar el desarrollo de un sistema de aviación civil sólido y económicamente viable.
-
Protección del medioambiente: busca minimizar los efectos adversos de las actividades de la aviación civil sobre el medioambiente.
Lo que viene y cómo enfrentarlo
En este contexto, es factible que, en el corto plazo, además de pasar por las ya familiares revisiones de seguridad, se deba llevar mascarilla para viajar en avión. Esto se puede apreciar en las medidas tomadas en los aeropuertos de la región Asia-Pacífico.
Dado que no existe un procedimiento normalizado de actuación para cuando las aerolíneas reanuden sus operaciones, diferentes grupos multidisciplinares de investigación estamos trabajando en:
-
Identificar los potenciales riesgos que implica la amenaza pandémica.
-
Definir las formas de operación necesarias para que, en este nuevo contexto, se cumplan los objetivos estratégicos marcados por la OACI.
¿Te ha parecido interesante? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!
Fuente: theconversation.com