Osuna: un viaje en el tiempo que cambia tu vida!

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Lo que Osuna esconde: un viaje en el tiempo donde cada rincón alberga una historia

Pocos imaginan lo que esta pequeña ciudad de la provincia de Sevilla oculta entre sus calles. Hasta que deciden parar en ella…

 

   

A priori, la calle San Pedro, una de las más céntricas de Osuna, puede resultar una calle cualquiera. Eso, claro, si uno camina por ella sin fijarse en que lo que le rodea no son precisamente simples casas ni edificios de viviendas.

Lo que flanquea ambas aceras son, atención, imponentes casas señoriales y palacios. De hecho, muchos palacios. Tantos, que San Pedro está declarado como el lugar que concentra un mayor número de ellos por metro cuadrado en todo el mundo. Y sobre este tema, hasta la Unesco ha opinado: afirma que se trata de la segunda calle más hermosa de Europa, ¡que ya es decir!

 
 

Suertudos nosotros, avanzamos por ella en busca de nuestro alojamiento. Porque sí, resulta que es precisamente aquí donde se halla el Hotel Palacio Marqués de la Gomera, un cuatro estrellas que invita a viajar con la mente a las primeras décadas del siglo XVIII y el alojamiento perfecto si lo que se pretende es pasar un par de días en la zona.

Se trata de uno de los edificios barrocos más representativos de la Villa Ducal y conserva de manera bastante fiel la estructura de la época. La fachada es maravillosa, pero más maravilloso es aún su interior: con un patio central con galería de arcos y una capilla en uno de sus rincones, es imposible no caer rendidos a sus encantos.

En su segunda planta se distribuyen 20 habitaciones, todas diferentes entre sí pero a cada cual más hermosa, en las que se han hospedado personajes tan dispares como Franco Zeffirelli, director de Callas Forever —cuando eligió la ciudad para el rodaje de la película—, o parte del elenco de la serie Juego de Tronos que, por si no lo sabías, también rodó en Osuna algunas escenas de su 5ª temporada.

Hotel Palacio Marques de la Gomera

VIAJEMOS EN EL TIEMPO

Muy cerca de la calle San Pedro comienzan a sucederse diferentes plazuelas. La Plaza Mayor, que ya en el siglo XV sirvió para realizar corridas de toros y todo tipo de festejos, es el corazón de la vida cotidiana. La tranquilidad del paseo de San Arcadio invita a pasear, sin más, mientras que en la calle Huerta sorprende otro palacio, es de los Cepeda, actual sede de los juzgados.

También de historia sabe bastante Osuna. O mejor dicho: tiene bastante que contar. Con un origen que se remonta tres mil años atrás, por aquí pasaron tartesos, romanos, árabes y cristianos en una procesión de pueblos que fueron dejando su impronta de múltiples maneras.

De hecho, solo hay que salir un poco del núcleo urbano para toparse con el Coto de las Canteras, más conocido como “La Petra de Andalucía”: unos terrenos de la antigua Urso de los que ya se extraía piedra para construir desde antes de la llegada de los romanos y que bien parecen un decorado de una película de aventuras ambientada en Oriente.

Quizás algo de culpa tengan los curiosos relieves que decoran tanto la fachada como las paredes interiores, pero estos son bastante más recientes. Hoy está en manos privadas y se utiliza para eventos varios.

Coto de las Canteras

Un poco más arriba, un pedacito más de historia: una antigua necrópolis tardo-romana. Y no demasiado lejos, avanzando por un pequeño sendero, los restos arqueológicos —relativamente recientes— de un pequeño teatro romano con sus correspondientes filas de graderíos. Qué maravilla, oye.

Es mientras recorremos estos enclaves cuando somos conscientes del maravilloso entorno natural que rodea Osuna: la riqueza paisajística es sorprendente. De hecho, y gracias a los humedales y lagunas cercanas, es también un lugar elegido por muchos viajeros como destino ornitológico.

Pero, dejando lo natural a un lado, ¿qué tal si seguimos viajando en el tiempo? Créenos: ¡la cosa se pone muy interesante!

EXPLORANDO LA VILLA DUCAL

Y es que es en el siglo XV cuando comienzan a levantarse la mayor parte de los edificios más emblemáticos de la ciudad: bajo el paraguas de los Téllez-Girón, también poseedores del título de Condes de Ureña —y a partir del siglo XVI, del de Duques de Osuna—, la ciudad vive un florecimiento cultural fuera de lo normal y acaba convirtiéndose en todo un referente para eruditos. Once conventos, dos hospitales, una colegiata… La cosa no hace más que crecer.

 

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