El paradero de la aviadora Amelia Earhart


Amelia Earhart y a su compañero de vuelo, Fred Noonan. Fuente: AP Photo/Gtres

   Conocida mundialmente por ser la primera mujer aviadora de renombre capaz de destrozar todo tipo de marcas en el aire, el 2 de julio de 1937 iba a desaparecer si dejar rastro. 

El caso de Amelia Earhart sigue más vivo que nunca. Después de casi un siglo de esfuerzos por tratar de desentrañar qué ocurrió con la experimentada aviadora norteamericana y con su copiloto, Fred Noonan, todos los esfuerzos han sido en vano: el último ha sido el del experimentado explorador Robert Ballard, el mismo que consiguió descubrir los restos del Titanic en 1985. Tras varios meses de investigación, no ha conseguido hallar el esperado fuselaje del avión.

Dónde está el avión de Earhart, con el que cerrar de una vez por todas el caso, sigue siendo un misterio. Por ello, Ballard decidió investigar al respecto: el éxito del Titanic le avalaba, por lo que en agosto se lanzó al mar con la intención de resolver el misterio. Después de meses de búsqueda y un esfuerzo millonario, en el que se recorrió la isla de Nikumaroro y hasta 4 millas náuticas, con un potente sonar y vehículos de superficie flotantes, no encontró ni rastro del Lockheed Model 10 Electra. 

La famosa imagen de Amelia Earhart y Fred Noonan en la isla de Howland. (Reuters)

La famosa imagen de Amelia Earhart y Fred Noonan en la isla de Howland. (Reuters)

Una imagen que avivó el misterio

Fueron los Archivos Nacionales Estadounidenses los que publicaron una extraña foto, sobre la que uno de sus expertos avisaba: dos de las personas que aparecían entre varios habitantes japoneses eran Earhart y Noonan. Eso sí, estaban en la isla de Howland, a 563 kilómetros de la zona en la que se descubrieron los huesos de la aviadora. ¿Qué hacían allí? Todo apunta a que Earhart hizo un aterrizaje para repostar, momento en el que fue retratada.

De ahí, habría vuelto a despegar, pero habría sufrido un problema mecánico que provocó que su avión se estrellara en la isla de Nikumaroro, un lugar completamente abandonado y sin presencia humana. Pese a no haber sufrido ninguna herida, al menos mortal, se quedó en este islote perdida -no sabemos si su copiloto sobrevivió- hasta el fin de sus días, allá por 1940… pero aún quedaba una vuelta al caso, relacionada con aquellos huesos encontrados.

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Esta noticia fue pública en los medios el 17 octubre 2019.

Articulo: RUBÉN RODRÍGUEZ