Viajar en avión no es plato de buen gusto para la mayoría de nosotros. Elegir aerolínea, comparar precios de vuelos, hacer las maletas, los largos desplazamientos hasta el aeropuerto, el odiado jet lag… Y a todo ello hay que sumarle la tarea de elegir un buen alojamiento. Un ‘rollo’ que los viajeros habituales saben bien. No obstante, estamos de suerte: estos ‘peregrinos’ han revelado a ‘Business Insider’ sus trucos personales basados en la experiencia. Atento:
1) Llevar solo una maleta
Da igual el viaje que hagas o por cuánto tiempo sea tu estancia en el lugar de destino. Scott Morrow, CEO de la agencia de viajes Luxury Link y volador habitual, lo sabe bien: «Yo no viajo sin mi maleta de mano, independientemente de si mi viaje va a ser largo o corto». Como su equipaje es mediano viaja con él en el avión y así se evita las tediosas colas para facturar.
«No importa la duración del viaje. He estado en Europa y África durante 35 días seguidos y siempre he llevado la misma maleta pequeña. Nunca he perdido mi equipaje», detalla Morrow, que nos anima a ser eficientes empacando nuestras pertenencias para que quepan en esos pocos centímetros cuadrados.
2) Viaja con menos de lo que necesitarás
En la mayoría de viajes, queramos o no, adquirimos cosas que luego tienen que regresar con nosotros en el avión. El fundador de la web de viajes Fathom Way To Go, Pavia Rosati, nos anima a pensar en ello y a tenerlo en cuenta a la hora de hacer la maleta. «Pienso en todo lo que quiero traer, así que meto en la maleta solo la mitad de lo que me llevaría», asegura este experto. Ya sabes: deja espacio de sobra en tu equipaje.
3) Lleva ropa de colores oscuros
Pauline Frommer, directora de la editorial sobre libros de viajes Frommer, pone su foco en el tipo de ropa que echas en la maleta. La experta viaja siempre conprendas oscuras porque así se ocultarán más fácilmente las manchas.
«Probablemente sea la viajera menos elegante del mundo, pero no me importa. Cuando vuelo no le doy importancia a cómo me veo yo, sino a cómo se ve mi lugar de destino. Y si estoy preocupada por mi aspecto físico me estoy perdiendo parte de la experiencia», afirma esta viajera, que se decide siempre por ropa de colores en tonos apagados para despreocuparse de la posible suciedad de la misma.
4) Mete las camisas en bolsas de tintorería
Si tienes un viaje de negocios o una fiesta pendiente y te ves obligado a llevarcamisas o ropa de tejido que se arrugue con facilidad, atento. Morrow tiene un truco buenísimo: meter estas prendas en bolsas de tintorería para limpieza en seco.
«En cuanto llego a mi sitio de destino saco las prendas de la bolsa y las cuelgo en la ducha. Dejo correr agua caliente y el vapor que se forma elimina cualquier arruga que pudiera haber».
5) Hacerte con un ‘pesa-maletas’
Seguro que alguna vez te ha ocurrido: tu maleta de mano pesaba demasiado y te han obligado a facturar, con el coste económico añadido que ello conlleva. Para que esto no te vuelva a ocurrir, la encargada de la sección de viajes de la BBC, Anne Banas, sugiere la posibilidad de adquirir un sistema digital para pesar las maletas. Ella nunca viaja sin él.
«No ocupa nada, es aproximadamente del tamaño de un sacacorchos. Cada aerolínea tiene sus normas, por eso no me la juego. Pondero mi equipaje cuando salgo de casa y antes de regresar, así me aseguro que todo lo que he comprado en el viaje no sobrepasa el límite permitido».
6) Viaja con prendas versátiles
Mete en la maleta prendas versátiles, que te sirvan ‘para un roto y un descosío’, vaya. Banas asegura que es tentador querer llevarte tu mejor ropa, pero si lo que quieres es viajar ligero, olvídate: escoje modelos que peguen con todo y que puedas usar tanto de día como de noche.
«Yo siempre selecciono las prendas más versátiles de mi armario. Camisetas, chaquetas de punto, fulares grandes… y todo combina con todo y me sirve para diferentes situaciones. Por ejemplo, los fulares los puedo usar de toalla de playa, de pareo, de manta… o como simple complemento decorativo de mi look para darle un toque de color al outfit».
7) Deja todo preparado la noche de antes
Nada de hacer las maletas unas horas antes de tomar el avión. «Mete en esta todo lo que crees que necesitarás y déjalo junto a las llaves del coche, bolso, cartera… Asegúrate de tener todo listo antes de salir para el aeropuerto», aconseja el empresario Jason W. Womack, viajero experto. Además, nos recomienda que subamos al avión con los dispositivos móviles cargados al cien por cien: «Es algo que siempre hago, me da más opciones».
8) Sé fiel a las aerolíneas que te tratan bien
Los viajeros habituales son fieles a las empresas que les cuidan. «Esta es la clave para las personas que volamos a menudo por negocios. Si nos gusta una aerolínea repetimos para convertirnos en viajero frecuente. De esta forma obtenemos el estatus de ‘élite’ y podemos acceder a mayores beneficios», detalla Banas.
Si lo de casarte con una aerolínea u hotel no va contigo, la editora de la sección de viajes de la BBC recomienda, al menos, hacerse con una tarjeta de estas empresas: así podrás acumular puntos y millas voladas, independientemente de la compañía que eligas para cada viaje.
9) Viaja bien vestido
Si eres de los que vuela en chándal, ropa vieja o sudaderas grandes… vete olvidando. Cuando los vuelos se masificaron y se abrieron a la clase económica, los clientes se multiplicaron por miles. Por ello, debes cuidar tu imagen. Los tripulantes de cabina y personal de vuelo que trabaja en los aeropuertos están sobrepasados por la cantidad de personas a las que tienen que atender, así que se centran en sus clientes habituales, esto es, los que más dinero dan a la compañía.
Si vas bien vestido, arreglado o con un conjunto adecuado, te diferencias y pareces un viajero de negocios habitual. Así aseguras al cien por cien «que te atiendan con amabilidad», asegura George Hobica, fundador de la web de viajes Airfarewatchdog. «Si te acercas a estos empleados con amabilidad y les dices que te avisen si hay actualizaciones en los vuelos, sin duda lo harán, porque tienes la típica imagen de viajero frecuente y no de turista», añade.
10) Elege un vuelo directo sin escalas
Banas recomienda que te asegures de saber la diferencia que existe entre un vuelo directo o uno con escalas antes de contratarlo, sobre todo si vas ajustado de tiempo: «Especialmente si tu viaje es de negocios y tienes que ir a reuniones, es una pérdida absoluta de tiempo gastar un día para llegar y otro para volver por culpa de las escalas del vuelo», revela Banas.
Por eso, no debes confundir un vuelo directo con un non-stop al hacer la reserva. Parecen iguales pero no lo son: «Un vuelo directo aún podría hacer alguna escala aunque no te tengas que bajar del avión; en cambio un non-stop no para nunca, te lleva del origen al destino directamente. Yo siempre recomiendo elegir el segundo».
11) Viaja con una pelota de tenis
No es broma. Viajar con una pelota de tenis te reportará grandes beneficios, al menos eso es lo que asegura el jefe de Marca de la cadena hotelera Westin Hotels & Resorts: «Es muy bueno para rodarla bajo tus pies o incluso debajo de tus muslos, y evitar así la rigidez, el dolor y el agarrotamiento de los músculos por permanecer tanto tiempo sentado durante el vuelo. Es pequeña, barata y no ocupa espacio».
12) Sé agradable con el personal del hotel
Esto puede parecer obvio, pero es sorprende la poca gente que se aplica el cuento. Tanto si tienes reserva como si no, debes dirigirte al personal del hotel de forma amable y educada, ya no solo por civismo, sino porque podrás hacerte con una habitación superior.
«Si uno es educado y se comporta como el huésped perfecto podrá conseguir beneficios. Simplemente se trata de preguntar si es posible modificar su reserva o la socorrida frase de ‘¿tiene algo más?’. Si eres directo y amable, el personal del alojamiento hará todo lo posible por satisfacer tus deseos», confiesa Pavia Rosati.
Además, otro truco es pedir actualizaciones del hotel siempre y cuando la recepción no esté ocupada. «Me habían reservado una habitación cerca del ascensor. Les dije que tenía un sueño ligero y pedí una habitación en el final del pasillo. La persona que me atendió me la cambió sin problema sin coste alguno», recuerda Hobica, quien suele seguir la estrategia siguiente: «Sé que el hotel no está completo hoy, ¿crees que podría cambiarme a una suite?». Oye, por probar…
13) Si estás de celebración, aprovéchate
También respecto a los hoteles, Banas recomienda hacer saber al mismo si estás celebrando una ocasión especial como un cumpleaños, aniversario o luna de miel. Y si formas parte del programa de fidelización de la cadena hotelera, dilo también, ya que podrás tener mejoras y beneficios como horarios de entrada y salida más flexibles».
14) Esperar para reservar habitación
Si puedes y no tu destino no es muy solicitado, lo mejor es reservar el alojamientolo más cerca posible de tu entrada en el mismo, ya que puedes obtener mejores tarifas.
«A veces la mejor manera de ahorrar dinero en los hoteles reside en no reservar habitación hasta que llegas a tu lugar de destino. En ese momento, el hotel está desesperado por llenar las habitaciones libres que le quedan, por lo que bajará el precio. Hacer uso de aplicaciones es muy útil, ya que puedes reservar a golpe de clic en cualquier sitio», detalla Frommer.
15) Mentalízate para hacer frente al ‘jet lag’
A todo el mundo le afectan los cambios de husos horarios, por ello es importante que te prepares mentalmente para afrontarlo adecuadamente y minimizar así las consecuencias. «Soy un experto en superar el ‘jet lag’. En cuanto llego al aeropuerto me mentalizo y pienso qué hora será en mi zona de destino y actúo en base a ella», asegura Morrow.
Fuente: El Confidencial