¿Qué problemas médicos te impiden tomar un avión?

n algunos casos hay factores fáciles de identificar, sobre todo porque pueden poner en riesgo la salud de los pasajeros, por eso, enfermedades infecciosas como tuberculosis, difteria o una gripe se convierten en alerta en los aeropuertos, más aún en vacaciones de invierno cuando las bajas temperaturas suelen propiciar estas infecciones. Pero en otros casos, la negativa está dada por las consecuencias que puede sufrir el pasajero al no tomar ciertas precauciones. Indispensable entonces saber qué piden las aerolíneas ante estas situaciones.

1- Movilidad

No es un tema para complicarse, ni para descartar un viaje en avión, pero quienes usen dispositivos para moverse como muletas, sillas de ruedas o camillas, necesitarán un MEDIF (Formulario de Información Médica Standard) bastante preciso para que la aerolínea conozca lo que se necesita para facilitarle el tránsito por el aeropuerto, el abordaje o la salida del avión. Según el caso, algunas aerolíneas pueden necesitar personal extra de aeropuerto capacitado, escaleras eléctricas, ascensores para llegar al avión, o anclajes para las camillas, por ejemplo.

2- Oxígeno

Cualquier persona que deba trasladarse con tubos de oxígeno y requiera soporte o portar algún dispositivo de control de funciones vitales también debe contar con los certificados necesarios.

3- Yesos y otras fijaciones

Los pasajeros portadores de yesos, férulas o algún tipo de fijación o inmovilizador serán también observados por las aerolíneas y deben tener los certificados pertinentes.

«Una fractura según su tipo, el lugar donde este, la severidad de la misma o el tiempo de evolución que lelve, entre otros factores, puede tener riesgos importantes durante un vuelo, como por ejemplo que una parte de la sustancia que existe dentro del hueso fracturado, salga a algún vaso sanguíneo y lo obstruya», explica la Dra Eliana Reyes, integrante del Departamento Médico de Assist Card. De tal forma, es indispensable que un paciente con una fractura en tratamiento, solicite al médico tratante una Certificación donde autorice volar.

«Algo similar sucede con los yesos», agrega reyes, «llevarlo obliga a que el médico tratante, autorice volar, ya que la tripulación de cualquier aerolínea, tiene la potestad de impedir su vuelo, por los riesgos que existen, uno de los más frecuentes, el dolor, el edema ( hinchazón ) y tromboembolismo». Siempre consultar con el médico y avisar en caso de necesitar uno si se está por viajar en los días en los que se tendrá el yeso, en algunos casos puede ser mejor utilizar otro sistema de inmovilización como las botas o cabestrillos, al menos hasta llegar a destino y rever la situación.

4- Oídos y enfermedades vasculares

Cuando se trata de temas cotidianos el Dr. Jordi Grau informa que «Las patologías más frecuentes de nuestros pasajeros y por las cuales debemos prestar atención si sabemos que van a abordar un vuelo son las otitis y las enfermedades vasculares como varices». El avión al estar presurizado y semejar una presión atmosférica similar al de estar a 2500msnm, hace que las cavidades del oído se expandan y la membrana timpánica inflamada en el caso de la otitis se distorsione con la presión, «en estos casos se corre el riesgo de perforación timpánica», aclara Grau como integrante del Departamento Médico de Assist Card.

En las personas con enfermedades vasculares, «el riesgo se da por el tiempo en vuelo y el estar en una misma posición, con las rodillas flexionadas (posición en el asiento). Esto y las diferencias de presiones en el vuelo hacen que se ralentice el flujo sanguíneo y disminuya el calibre de los vasos por la posición, generando mayores probabilidades de producir trombos», detalla Grau. Razón suficiente para tener previa evaluación del médico y en el caso de estar apto para volar tratar de desplazarse por el avión.

5- Vacunas

Muchas veces, el entusiasmo por llegar a destino y el placer de armar un viaje sin contar con una agencia que informe detalladamente lo que se necesita para el viaje deja de lado temas importantes como las vacunas obligatorias. La falta de estas para ciertos destinos obligará a las autoridades aeroportuarias a impedir el viaje. Razón por la que es indispensable consultar a las entidades de salud pública o las oficinas de sanidad portuaria, mínimo dos semanas antes del viaje, para poder aplicarlas.

También es importante viajar con las recetas y autorizaciones de ciertos medicamentos de tratamientos prolongados. Tener en cuenta estas medidas hará que no se presenten imprevistos a la hora de subir a un avión y empezar a disfrutar las vacaciones.

Fuente: La Nación