Airbus asombra al mundo con e-fan, su avión totalmente eléctrico

Entre las numerosas novedades presentadas durante el salón internacional de la aeronáutica celebrado este mes en París pasó relativamente desapercibida la puesta de largo del primer avión 100% eléctrico. Se trata del e-fan, una pequeña aeronave con capacidad para dos personas cuyo desarrollo está llevando a cabo en Francia Airbus, y que con el vuelo de la semana pasada ha demostrado que el concepto de un avióm impulsado únicamente por baterías es tecnológicamente viable.

Cuenta con dos tubinas de una potencia total de 60kW, apenas pesa 500 kilogramos en vacío y en sus alas alberga 120 baterías de ion-litio, en lugar de almacenar combustible de alto octanaje.

Con una carga de baterías completa (que en su versión rápida puede realizarse en apenas una hora), este pequeño avión que se desliza por el aire casi en silencio puede volar entre 45 y 60 minutos.

Todo en el aparato ha sido diseñado para maximizar la eficiencia en vuelo, y aunque los parámetros están lejos de las características de otras aeronaves biplaza, la velocidad de crucero (unos 160 km/h) y la velocidad máxima (220 km/h) no tienen desde luego parangón en un mercado en el que no existe aún una sola nave de propulsión eléctrica.

Airbus pretende que este ingenio esté a la venta a finales de 2017 o comienzos de 2018, y aunque por el momento el prototipo que mostró en París es el único que existe, se espera que el grupo industrial europeo construya próximamente una línea de ensamblaje dedicada en exclusiva al e-fan en Pau, al norte de los Pirineos.

Entre los posibles compradores, Airbus confía en que las escuelas de vuelo demanden tanto la versión actual, de dos plazas, como el futuro desarrollo con cuatro asientos.

El objetivo final, sin embargo, son los vuelos públicos de corto radio, y para ello la empresa tiene sobre la mesa de diseño (aunque aún en fase de concepto) aparatos con capacidad para unos 100 viajeros que, si son alimentados con energía procedente en su totalidad de fuentes renovables, permitirían hacer realidad el sueño de volar sin contaminar.

Fuente:  elEconomista.es