¿Cuánta radiación recibimos al viajar en un avión?

Un viajero frecuente de 100.000 millas recibe alrededor de 20 radiografías de tórax, destaca científico.

En el mes de noviembre una persona que viajó en aviones comerciales ida y vuelta por todo Estados Unidos decidió medir la radiación que recibe un pasajero habitualmente. Space Weather presentó el 17 de noviembre un análisis comparativo de estos datos, que afecta a todos los que se transfieren habitualmente por este medio, y especialmente a los pilotos.

Tony Phillips incluyó entre su equipaje habitual un par de sensores de radiación; entonces el 11 de noviembre en un vuelo US Airway entre Reno y Phoenix, éstos midieron tasas de radiación 30 veces más altas que a ras del suelo.

Posteriormente el 15 de noviembre, en un vuelo American Airlines, desde Washington DC a Chicago, su sensor marcó 15 veces más que la tasa de radiación normal a nivel de tierra firme.

En relación al problema de radiación en los aviones, la NASA destacó: “la próxima vez que se suba a un avión, considere lo siguiente: En un año dado, el piloto de su avión probablemente absorbe tanta radiación como trabajador en una planta de energía nuclear”, de acuerdo a un reporte del 25 de octubre de 2013.

Al analizar las cifras dadas por Phillips, Space Weather destacó que en una sola hora de vuelo entre Reno y Phoenix el 11 de noviembre, los pasajeros fueron expuestos a la misma cantidad de radiación que una radiografía en el consultorio de un dentista”, agregó.

Añadió a su vez que sensores de los niveles de radiación que se han puesto en balones de helio y que detectan los rayos solares a nivel de la estratósfera, han medido niveles de rayos X y rayos gamma de 10KeV a 20 MeV, es decir cifras similares a las que usan los rayos X médicos, y los scanners de los aeropuertos.

En un avión, las rutas más altas o las  polares reciben mayor cantidad de radiación del Sol, ya que el campo magnético que rodea la Tierra canaliza la mayor parte hacia las altas latitudes. Pero también hay mayor radiación en los períodos de mayor actividad solar o durante las violentas tormentas solares, que envían improvisadamente diversos tipos de ondas de radio electromagnéticas a la Tierra y a las naves espaciales, según informes de la NASA.

El Sol envía aparte de los rayos X y los rayos gamma, que “representan sólo una fracción de la radiación presente en altitudes de aviación”, niveles duplicados y triplicados de neutrones, “un componente de los rayos cósmicos conocidos por ser especialmente bueno en la entrega de energía al tejido humano”, según comentarios citados por Space Weather.

Chris Mertens, un científico del Centro de Investigación Langley de la NASA, destacó que «un viajero frecuente de 100.000 millas recibe alrededor de 20 radiografías de tórax», según el reporte de la NASA.

En el mismo se cita que, la Administración Federal de Aviación (FAA) estadounidense clasifica a los pilotos como trabajadores afectados por la radiación, y advierte que “volar por encima de la Tierra con poco ambiente para protegerlos, puede hacerlos absorber dosis significativas de los rayos cósmicos y de la radiación solar”.

“Durante un vuelo típico polar desde Chicago a Beijing, por ejemplo, un piloto está expuesto al equivalente de dos radiografías de tórax. Multiplicado en el transcurso de una carrera, esto puede causar problemas tales como el aumento de riesgo de cáncer y posiblemente cataratas. Los pasajeros tienen razones para estar preocupados, también”, concluye la FAA.

Space Weather por su parte considera que «los viajeros frecuentes de 100.000 millas o más pueden acumular dosis iguales a los rayos X del pecho o de 20 a 100 radiografías dentales, y cuestiona si acaso ¿necesitan delantales de plomo?”.

Fuente: La Gran Época