La construcción de aeropuertos es crucial para países emergentes

La construcción de nuevos aeropuertos es crucial para el desarrollo económico de los países emergentes, como Brasil, que se prepara para acoger a cientos de miles de turistas extranjeros con motivo del Mundial de fútbol.

Brasil empezó una carrera contrarreloj para modernizar sus aeropuertos de cara a esta competición deportiva, prevista del 12 de junio al 13 de julio, en la que espera recibir a 600.000 turistas extranjeros y a tres millones de brasileños en las 12 sedes del país.

El avión es el único medio de transporte para atravesar este país de 200 millones de habitantes, que cuenta con aeropuertos vetustos y saturados, así como con enlaces interiores insuficientes.

La asociación brasileña de compañías aéreas estima que al menos 42.000 millones de reales (unos 13.000 millones de euros, 17.600 millones de dólares) se invertirán antes de 2020.

De estos, unos 22.000 millones de reales se destinarán a la creación de 71 plataformas aeroportuarias nuevas.

China también necesita aeropuertos para reforzar su desarrollo económico y turístico.

La dirección de la aviación civil china (CAAC) prevé, en su plan quinquenal (2011-2015), la construcción de 82 aeropuertos nuevos y la ampliación de otros 120 existentes.

La empresa asesora en estrategia Roland Berger estima que unos 110 nuevos aeródromos se unirán próximamente a los 3.600 aeropuertos de uso civil ya existentes.

«El tráfico aéreo llegará a nuevas zonas para satisfacer la demanda turística y la relacionada con el comercio y el desarrollo económico», dijo Didier Bréchemier, experto en el sector aéreo de esta asesoría.

En 2013, más de 3.000 millones de pasajeros tomaron el avión en el mundo. El tráfico aéreo debería duplicarse en los próximos 20 años, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

Las economías de los países emergentes de Oriente Medio, de la región Asia Pacífico, de África y de América Latina contribuyeron en gran medida a este crecimiento.

«La aviación es un motor de la economía mundial», comentaba recientemente el director de la IATA, Tony Tyler.

1,9 billones de dólares a invertir antes de 2030

Para el director de la consultora Arthur D. Little, Mathieu Blondel, «el mercado de la construcción y de la renovación de los aeropuertos es muy importante por el crecimiento previsto del tráfico aéreo antes de 2030, pero también por la vetusta técnica y funcionalidad de los grandes aeropuertos construidos hace 20 o 40 años», como en Estados Unidos.

Este mercado aeroportuario representaría una inversión de 1,9 billones de dólares (1,39 billones de euros) de aquí a 2030, según Blondel.

Los grandes grupos de construcción y de gestión de aeropuertos internacionales buscan aprovechar estas oportunidades de crecimiento fuera de sus países de origen.

«El desafío para los grandes grupos europeos como Vinci o Aéroports de Paris es mantenerse en la carrera, en especial, en Asia, donde pueden emerger grandes actores», señaló Bréchemier.

El gigante chino CACC (China Airport Construction Group Corporation of CAAC) o el turco TAV también esperan concurrir en este mercado, en el que los diferentes actores se agrupan en consorcios, de un constructor y de un gestor aeroportuario, por ejemplo, para presentarse a las convocatorias.

Además de la construcción de infraestructuras esenciales como pistas, accesos o torres de control, las convocatorias incluyen también una multitud de equipos específicos y tecnológicos, como equipos de seguridad o de navegación aérea, indica Blondel.

Los aeropuertos deben ofrecer también otro tipo de servicios como tiendas, bares y restaurantes para resultar atractivos.

Sin embargo, en este mercado «es difícil prever la planificación de las futuras oportunidades», añadió Bréchemier.

Un responsable de la dirección de aviación civil china insistía recientemente en la importancia de estas infraestructuras «básicas», si bien recordaba que el 90% de los aeropuertos regionales chinos registraban pérdidas financieras.

En España, el aeropuerto privado de Ciudad Real, que costó mil millones de euros, fue puesto en venta en diciembre tras no acoger ningún vuelo comercial desde 2011.

Tomado de: Swissinfo / Imágen: Infraero

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