¿Los aviones afectan el clima?

avionesclimaEco.microsiervos.com.- El transporte aéreo, además de suponer el 3% del total de CO2 a nivel mundial, emite a la atmósfera otros gases contaminantes tales como hidrocarburos, monóxido de carbono, un poco de óxido de nitrógeno, algo de azufre y partículas de hollín y metales procedentes de la combustión de los motores a reacción. Pero los aviones también parecen estar contribuyendo al calentamiento del planeta a causa de las trazas o estelas de condensación que se forman a su paso por las capas altas de la atmósfera.

Zonas mayor presencia de estelas de avión
Zonas de mayor presencia de estelas de avión en porcentaje de áreas cubiertas. La mayor parte procede del tráfico aéreo entre Europa y EE UU.
Gráfico: Aircraft Contrails Factsheet (ver al pie)

Estas estelas de condensación o de avión son nubes artificiales a todos los efectos. Se forman habitualmente a la altitud de crucero de lo aviones donde la temperatura es de entre veinte y sesenta o más grados bajo cero. Las estelas de condensación están formadas principalmente por agua en la forma de cristales de hielo o pequeñas gotas sobre enfriadas procedentes en parte del motor del avión y sobre todo del agua presente de forma natural en la atmósfera. Si pudiésemos ignorar el resto de gases que las acompaña, la nubes de condensación no son nocivas en sí mismas.

Estelas Aviones
Foto por Carol Clark, Oregón, para Contrail Education / NASA.

Su efecto sobre el clima está directamente ligado a cuánto tiempo permanecen las trazas en el cielo una vez que se inicia su formación. La persistencia de las estelas de condensación depende de las condiciones de temperatura y humedad que se den en la atmósfera: si la humedad es baja porque la temperatura es alta (relativamente hablando habida cuenta de las cifras bajo cero antes mencionadas) las estelas de condensación se evaporan rápidamente.

En cambio, si la humedad es alta en la zona, el paso del avión estimula la formación de cristales de hielo a partir de las partículas de agua existente en la atmósfera, favoreciendo el crecimiento y formación de nubes altas, similares a los cirros, que ocasionalmente pueden extenderse hasta cubrir extensiones de cientos e incluso miles de kilómetros cuadrados.

Ahora se sabe que las nubes de la familia o del tipo de los cirros contribuyen a aumentar la temperatura a nivel del suelo; los cirros son nubes tenues situadas a gran altura, que en general permiten el paso de la mayor parte de la radiación solar pero bloquean parcialmente la salida de calor de la superficie, contribuyendo al llamado efecto invernadero. Dado que las nubes juegan un papel vital en el clima y en la regulación de la temperatura del planeta, cualquier alteración o cambio en la cantidad o tipo de éstas afectan directamente al clima.

Estelas de aviones sobre Francia
Foto tomada desde la Estación Espacial en la que se ven estelas de aviones persistentes sobre los Alpes franceses en 2007. Foto NASA.

Este efecto se agrava especialmente en las formaciones producidas por la noche originadas por los vuelos nocturnos. La noche es el momento en el que la tierra equilibra la temperatura liberando calor al espacio, pero si durante la noche se propicia un incremento en la formación de nubes de condensación entonces este ciclo regulador se verá interrumpido o alterado. Se calcula que los vuelos nocturnos, aún siendo sólo una cuarta parte del número de vuelos diurnos, son responsables de hasta el 60% del incremento de temperatura atribuido a los estelas de los aviones.

Tanto es así que el informe Variability of contrail formation conditions and the implications for policies to reduce the climate impacts of aviation plantea la conveniencia de limitar la altura de vuelo de los aviones para reducir la formación de estelas de condensación. Un planteamiento de condena tajante sobre los efectos negativos que parecen tener las estelas de condensación sobre la temperatura de superficie, ya que hacer que los aviones vuelen más bajo, donde el aire es más denso, incrementaría el consumo de combustible y por tanto las emisiones de gases contaminantes.