¿Por qué no puedo usar el 3G en el avión?

El smartphone suele ser un elemento al que recurrimos en cualquier instante de aburrimiento. ¿Estamos esperando a un amigo que llega tarde? Miramos lo que se cuece en Twitter. ¿Estamos en un atasco en el autobús? Un poco de Snapchat. Siempre está ahí, en nuestro bolsillo, dispuesto a conectarnos con el mundo en cualquier momento. Sin embargo al subirnos a un avión debemos apagarlo. Estar encerrado en una lata de sardinas puede ser aburrido, por hay una razón por la que no puedes usar el 3G en el avión.

Y aunque no hiciera falta que pusieras tu teléfono en modo avión, posiblemente tampoco te serviría de mucho, ya que tampoco podrías utilizar tu tarifa de datos. La mayoría de aviones vuelan sobre los 25.000 pies, unos 7.600 metros. Eso se sitúa muy por encima del alcance de las antenas de telefonía.

Estas antenas están diseñadas para ofrecer un alcance máximo en el suelo, y se sitúan normalmente a una altura de entre 30 y 45 metros, con la señal dirigiéndose hacia abajo, y aunque algo de señal puede dirigirse hacia arriba con una inclinación de 10º, los aviones vuelan muy por encima de su alcance.
Alcance Antena 3G

Las famosas interferencias con los aparatos de cabina

Desde hace ya muchos años el uso de aparatos electrónicos está prohibido en un avión debido aposibles interferencias con los aparatos de a bordo. Uno puede pensar que estas interferencias podrían tener consecuencias tremendamente graves. Incluso si son poco probables, el estar a 10.000 pies del suelo o tener que aterrizar una masa de metal a toda velocidad justifica toda medida por un simple principio de precaución. Sin embargo, la realidad es mucho más simple y menos espectacular.

Cabina-avion

Un teléfono móvil es, en esencia, un pequeño aparato de radio que emite ondas de forma continua, y muchos aparatos de cabina funcionan de forma similar. Esto hace que, si no se apagan los móviles o no se ponen en modo avión, un molesto zumbido se oiga en las comunicaciones entre el avión y la torre de control, similar a cuando un micrófono se acopla. Y evidentemente, tener que trabajar muchas horas y realizar operaciones delicadas con ese sonido en la oreja no es lo más óptimo.

Fuente: El Adroide Libre