¿Por qué los aviones comerciales no vuelan sobre el Tíbet?

El Tíbet se ha convertido en una ‘zona prohibida’ para la aviación comercial, pero la plataforma tibetana es la única del mundo que los aviones evitan de manera sistemática.

El Tíbet se ha convertido en una ‘zona prohibida’ para la aviación comercial

   El Tíbet se ha convertido en una ‘zona prohibida’ para la aviación comercial. Es cierto que hay otros lugares en el Planeta, como parte de Siberia, algunos puntos de África o zonas de Brasil donde ver un avión es prácticamente imposible, pero la plataforma tibetana es la única del mundo que los aviones evitan de manera sistemática. ¿Cuál es la razón? En realidad, son cuatro los motivos, relacionados con la seguridad, por los que los aviones se desplazan por rutas alternativas.

El primer problema está relacionado con los escasos aeropuertos que hay en la zona. Solo existen dos: el de Lhasa Gonggar, situado en la capital de la Región Autónoma del Tíbet, y el de Katmandú, en la capital de Nepal. En caso de sufrir cualquier tipo de emergencia médica en el aire, el tiempo para alcanzar cualquiera de los dos puntos podría ser tan elevado que supondría un riesgo para el herido. Eso, sin tener en cuenta que Lhasa está a 3.650 metros de altura, con las dificultades que puede suponer para la aclimatación de los pasajeros, que podrían sufrir problemas relacionados con la hipoxia.

Por último, la cuestión más importante: la seguridad del propio avión en relación con las turbulencias de aire claro. De hecho, según la Federal Aviation Administration es la primera causa de atención a los pasajeros dentro de un avión. Pero, ¿de qué se trata? Pues del movimiento turbulento de grandes corrientes de aire que no se pueden predecir al no existir pistas visuales de ellas, lo que provoca movimientos inesperados del avión. Una de las principales causas por las que se producen son cerca de las cadenas montañosas, precisamente la principal característica del Tíbet, que cuenta con algunos de los puntos más altos del planeta.

Esta noticia fue publica en los medios el 11 febrero, 2020.

Creditos: Por Rubén Rodríguez – El Confidencial
Articulo: El Confidencial