Una portátil produce un incendio en pleno vuelo

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– El 3 de agosto, el Boeing B737-900ER con matrícula N285AK de Alaska Airlines estaba operando el vuelo AS29 entre el aeropuerto de Newark y el Aeropuerto Internacional de San Francisco cuando, a unas 40 millas al este de la ciudad de Columbus, en Ohio, surgió un incendio a bordo.

El incendio se produjo debido a la fuga térmica de la batería de un ordenador portátil de uno de los pasajeros. Las llamas afectaron al propio ordenador y al compartimento de carga. La tripulación intervino rápidamente para sofocar el incendio con los extintores de a bordo y aseguraron el ordenador. Muchas aerolíneas proporcionan a las tripulaciones bolsas ignífugas para estos casos, por lo que es de suponer que la tripulación contaba con una de estas bolsas.

La tripulación de vuelo solicitó aterrizar en el aeropuerto de Columbus, donde tomó tierra en la pista 28L unos 25 minutos después. Los servicios de emergencia estaban esperando a la aeronave en un lugar remoto de la terminal. El avión permaneció en tierra un total de 2 horas y media para comprobaciones de seguridad y después despegó llegando al destino con 3 horas de retraso.

Las baterías de iones de litio pueden parecer inofensivas, sin embargo, representan un gran peligro en vuelo. Aunque son seguras, si sufren fuertes golpes o perforaciones, pueden desencadenar una reacción que acabe por su sobrecalentamiento, explosión o que ardan. Por eso no es recomendable llevarlas en el equipaje facturado, dado que un incendio se detecta antes en la cabina de pasajeros, donde se puede controlar de forma más rápida. Además, cabe recordar que si la batería de cualquier dispositivo está inflada o más caliente de lo normal, conviene no subirla a ningún avión por seguridad.

 

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Esta noticia fue pública en los medios el 03 de agosto 2020.

Articulo: RAÚL VIOREL MOGA