El ejecutivo reconoce que los primeros seis meses de su gestión no fueron fáciles, pero gracias a esos 100 años de trabajo de la compañía pudieron encontrar apoyo en el mercado financiero. Para salir adelante, explica las tres acciones concretas con las cuales lograron librar la crisis.
Primero, renegociaron con inversionista la deuda en bonos reduciendo el pago que se vencía este año, de 550 millones de dólares a 60 millones de dólares, lo que les permite tener una estabilidad financiera, con los ingresos que recibe la aerolínea. Segundo, reperfilaron en 2019 las deudas con proveedores como Airbus y Boeing, con bancos, compañías financieras, etc, lo que fue exitosamente negociado, según el CEO. Y tercero, con las dos acciones anteriores, lograron el desbloqueo de 250 millones de dólares entregados por United Airlines y Kingsland Holdings, y otros 125 millones de dólares (del Fondo de inversiones Citadel).
Por otra parte, el CEO niega rotundamente que United Airlines esté llevando las riendas de Avianca. Cree que no es muy inteligente pensar eso, porque Avianca es hoy reconocida como una de las 11 mejores aerolíneas del mundo y tiene cinco estrellas en el ranking de APEX, además de tener una marca muy fuerte, que ni con la intención de un JBA con Copa y United dejaría de ser Avianca.
“No significaría nada para la marca de Avianca, nosotros todavía existiremos como Avianca seremos la misma aerolínea, tendríamos la misma fuerza, tendríamos nuestro propio network y sería más que todo un complemento entre los networks de las dos aerolíneas”, explicó. (Efromovich: Kriete quería vender Avianca a Delta en lugar de United).
Mencionó, además, que en los meses de abril, mayo y junio llegarán la nuevas sillas que van a colocar en los aviones para aumentar la cantidad de pasajeros por avión y que son de una altísima tecnología. También dijo que la aerolínea está fabricando sus propias mesas y porta vasos para los aviones en su Centro de Mantenimiento de Avianca en Medellín, lo cual les permite bajar sustancialmente los costos, sin dejar de lado los estándares de seguridad y calidad que deben tener estas piezas. Y como ejemplo cuenta que una mesa donde se coloca la comida puede costar entre 4 mil y 4 mil quinientos dólares cada una y un porta vasos 600 o 700 dólares, el cual lo pueden fabricar en Colombia por 60 dólares. Al igual pasaría con los precios de las mesas y las sillas de los aviones.
Con respecto al modelo de tarifas, el CEO dice que Viva Air y Spirit sí y no son competencia, se refiere a que son jugadores del mercado, que se parecen en algunas cosas pero tienen diferentes segmentos de mercado, y aclara que Avianca sirve a otro tipo de público, las demás aerolíneas tienen otro segmento, y simplemente coexisten en el mercado. Comenta que el mercado de Avianca está fortalecido y las otras también han hecho lo suyo. Avianca presta servicio que las otras no prestan y viceversa. Al igual, se refiere a que en Estados Unidos tienen a United Airlines, American Airlines y Delta Air Lines y coexisten.
Anko van der Werff, luego de seis meses de arduo trabajo en Avianca, donde encontró mucha burocracia, la cual está erradicando porque dice que eso retrasa procesos, considera que lo duro ya pasó. Además dice que están próximos a cerrar los acuerdos con Airbus y Boeing y entonces se podrán enfocar netamente en el negocio. Sin embargo, finaliza diciendo a Semana.com podcast, que se hizo mucho, pero hay muchísimo más por hacer. (Avianca comprará 20 aviones menos de los que pactó con Airbus)
Fuente: www.reportur.com